Los frenos a la ciencia ficción en México: ‘Protocolo’ de Rodrigo Hernández

Por Ana Escárcega.

¿Pueden nombrar una sola película mexicana de ciencia ficción? Y no, no considero que las del Santo cuenten como tales.

‘Protocolo’ Teaser, Centro de Capacitación Cinematográfica

Los estadounidenses han estado haciendo ciencia ficción desde principios de los 50, específicamente fue en 1951 con El día que la Tierra se detuvo de Robert Wise; entonces si hacemos una comparación, podemos decir que nos llevan 62 años de ventaja en cuanto a este género cinematográfico.

Existen varios motivos por los cuales este género simplemente no floreció en nuestro país, entre otros cabe mencionar la falta de escuelas de efectos especiales y su desarrollo en México y la abundancia del género que nos llega de nuestro país vecino del norte, pero considero que hay una razón mucho más profunda y que tiene que ver con nuestra idiosincrasia.

El breve espacio
Tuve la oportunidad de hablar con el egresado del CCC, Rodrigo Hernández, hace unos días sobre Protocolo, su cortometraje de ciencia ficción producido en su totalidad en nuestro país y que ha venido concursando en varios festivales de cine alrededor del mundo, entre ellos el Sci-Fi London Festival. Para Rodrigo, la parte más difícil de hacer su cortometraje fue convencer a los productores de su proyecto, al parecer, siendo mexicano no puedes simplemente llegar y decir que quieres hacer ciencia ficción.

¿Por qué? Pensemos por un momento en la historia del cine en México, desde sus inicios, la Época de Oro, la fea pero imposible de negar época del cine de ficheras, hasta llegar al cine actual. El hilo conductor parece ser un reflejo de la sociedad misma. A los mexicanos nos gusta vernos reflejados en el cine, nuestra realidad, nuestra miseria; nos gusta ver a Pepe el Toro abrazando al Torito completamente carbonizado. En este baño de realidad no cabe, para nada, la ciencia ficción.

Algunos, quizás, querrán mencionar a Guillermo del Toro (Pacific Rim, 2013) o a Alfonso Cuarón (Gravity, 2013), pero hay que tomar en cuenta que aunque ellos lo son, sus películas no son mexicanas, puesto que son de producción totalmente estadounidense.

Pasa entonces que con sus 15 minutos de duración, Protocolo viene a ser un parte aguas en el cine mexicano, pues si bien quizás su aporte a la ciencia ficción mundial no sea relevante, sí es notable que haya logrado realizar un trabajo de tal calidad yendo contra la corriente en un país que no le apuesta nada a este género tan explotado por los estadounidenses.

En sí, Protocolo no nos muestra algo que no hayamos visto antes, es un cortometraje que plantea un futuro en el que la humanidad se encuentra al borde de la extinción, por lo que una compañía crea clones que servirán como obreros, pero cuya existencia es puesta en peligro por una amenaza que no resulta muy clara y deben luchar por su propia supervivencia.

Aunque no ha ganado aún ningún premio importante de los muchos a los que aspira, es sobresaliente que sea el único mexicano concursando y esperamos que sea el primero de muchos.

«Protocolo» Teaser, Centro de Capacitación Cinematográfica A.C., 2012. from Rodrigo Hernández Cruz on Vimeo.