Por Asfaltos.
No dejo de poner los oídos en Perú, país en donde se está produciendo música que vale absolutamente la pena escuchar. El talento surgido de aquel país es indudable; así lo reafirma la música de una chica nacida en Trujillo, Perú, y que ahora desde la capital Lima se ha ido consolidando poco a poco como una realidad. El año pasado, a raíz del lanzamiento de su álbum debut, se ganó la atención en su país.
Yo llegué a ella hipnotizado por el sonido de su voz y la alegría de su música. «Cosas que no hacen los niños» es el título de su primer material. Doce canciones sencillas salpicadas de amor son parte de un material que combina diversos géneros; eso sí deambulando todos alrededor del folk y el pop que tan bien domina. Su nombre es Micaela, su apellido Salaverry; su voz es un pincel, su música la pintura y nuestros oídos el lienzo.
«Soy mar», «El chico del puente», «Esperanza» y «Vals a mi fantasma», entre otras, son algunas de las melodías que deben permitirse escuchar. Alegre y colorida, pero no empalagosa; por momentos melancólica, pero no depresiva; elaborada, pero no pretenciosa; sencilla, pero no… ¿saben qué?, ¡mejor escúchenla y júzguenla ustedes! A mí me parece que su música, tan simple como la vida misma y tan bella como ésta, atrapa de inmediato y encanta.
«Ilusión», melodía con la que les dejo yo, es una canción que nace de sencillos acordes ejecutados con un ukulele y la dulzura ya descrita de la propia Micaela. Canción de amor, con toques de sensualidad, «Ilusión» se antoja para estas tardes de calor en la capital mexicana.
Por cierto, Micaela estuvo recientemente en México, en Chichén Itzá y también en Cancún… ojalá pronto podamos verla de vuelta, pero ahora regalándonos su talento. Si se anima, acá le damos paseo por la capital mexicana.
Ya saben, para saber más de Micaela Salaverry hay que seguirle vía Twitter, Facebook y SoundCloud.
Imagen tomada del Instagram de la artista.
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