Por Asfaltos.
Cada que me toca ir a ver una película para reseñarla, tengo dos cosas muy claras clavadas en mi mente. La primera es que hay un público para todas las películas que se realizan. La segunda, que yo no soy claramente el público de todas las películas que se estrenan. Con esa apertura de mente, siempre entendiendo qué es lo que voy a sentarme a ver, asistí a ver la segunda cinta de la trilogía «Cincuenta sombras de Grey», titulada «Cincuenta sombras más oscuras».
Como sabrán, y si no se los comparto, «Cincuenta sombras de Grey» se deriva de una novela erótica escrita por la británica E. L. James. El primer libro de la trilogía, que describe la relación entre la recién graduada Anastasia Steele y el joven millonario Christian Grey, es un éxito polémico que ha vendido más de 30 millones de copias en todo el mundo. Para que hagan cuentas, el libro ostenta el récord de ser la edición de bolsillo que más rápido se ha vendido en todos los tiempos, superando inclusive a la serie de Harry Potter.
¿Lo especial de la relación entre Anastasia Steele y Christian Grey? Una relación que deriva en relaciones sexuales que incluyen bondage, disciplina, dominación, sumisión, sadismo y masoquismo. La novela, que como ya expliqué se vendió como pan caliente, tiene en efecto un público cautivo.
Para «Cincuenta sombras más oscuras», sin haber visto personalmente la primer entrega, no hace falta en realidad saber mucho de lo que sucedió antes, pues ésto se infiere por los primeros minutos que corren de la película. Anastasia Steele, alejada de un Christian Grey obsesionado por las prácticas eróticas ya mencionadas, emprende una nueva vida personal y profesional. Sin embargo, y como era de suponerse, el multimillonario se acerca de nuevo a la vida de Steele, para volver a emprender juntos una nueva relación, pero ya con el conocimiento previo de lo que les llevó de manera previa al fracaso.
En las actuaciones nos encontramos con Daktoa Johnson como la «dulce e inocente» Anastasia Steele, y a Jamie Dornan como Christian Grey. Acompañándoles, en papeles menores pero con relativa importancia, nos encontramos por ejemplo a Kim Basinger como Elena Lincoln, Marcia Gay Harden como la Dra. Grace Trevelyan-Grey (mamá adoptiva de Christian) y Bella Heathcote como Leila Williams (antigua sumisa de Grey), entre otros.
Sí, las escenas eróticas no fallan, y de hecho se suceden con bastante frecuencia. Dakota Johnson, quien luce espectacular frente a la cámara, es más «bondadosa» con los espectadores que lo que resulta Jamie Dornan. Sin embargo, si bien no se trata de una cinta pornográfica, sí hay elementos de ertorismo que pueden satisfacer a quienes ya habían caído rendidos con las novelas; aunque como siempre, es difícil trasladar todo del libro a la pantalla, y sobre todo vencer a la propia imaginación de quien lee contra lo directo que resulta la cámara de cine.
A pesar de lo anterior, «Cincuenta sombras más oscuras» resulta en su mayoría bastante más gris. Pues si su único elemento de enganche son estas escenas, que para ser ciertos no compiten con otros productos audiovisuales que deambulan en el internet, la apuesta terminará reventándose hacia el final de la trilogía, si no es que termina sucediendo en esta segunda entrega.
Para ser claros, la historia y los personajes no llaman nada la atención. El drama que se le busca poner a Christian Grey resulta inverosímil. La cinta, por muchos momentos (quizás demasiados), arranca más bien carcajadas que ojalá fuera por la tensión sexual que se visualiza en pantalla, y no por lo ridículo que resulta el ensamble. La verdad, por lo gris del desarrollo de personajes, poco o nada resulta importando lo que le depare tanto a Anastasia como a Christian.
«Cincuenta sombras más oscuras» resulta entonces una cinta que termina con esa sensación de que si nos saltamos la tercera parte, igual no pasa nada. No sé si el libro sea igual de pobre, pero si no, la cinta resultará claramente una decepción para sus seguidores.
Eso sí, si se engancharon con la primera, pasen a ver esta segunda parte nada más para no quedarse con la duda de que sucede con Anastasia y Christian. Si no les llamó la atención la primera, ahórrense ésta y elijan cualquier otra cinta en cartelera.
«Cincuenta sombras más oscuras» se estrena hoy en cines mexicanos. Si a ustedes sí les gustó, ¿me comparten sus razones? Las leo y atiendo con gusto. I’m serious!
Con imágenes cortesía de Universal Pictures México.
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