Por Alicia Ávila Monroy.
Hace unos años (allá por los 90), estábamos acostumbrados a las películas donde hubieran 3 elementos: adolescentes en problemas, nivel de popularidad entre estudiantes y secretos «high school». Eso y más encontramos en «Jawbreaker» (1999), ¿la recuerdas?
¿Alguna vez llegaste a comer un «rompe mandíbulas»? El jawbreaker, ambién conocido como gobstopper, es un caramelo duro hecho a base de capas de un color y sabor diferente: son redondos y llegan a medir hasta 8 cm de diámetro. ¡Era imposible morderlos!
De ahí el nombre de la película: «Jawbreaker», en español: «Bromas que matan». La película de drama y comedia que salió en 1999 dirigida por Darren Stein cuenta acerca de cómo tres adolescentes intentan esconder un crimen del que accidentalmente son responsables tras haber querido hacer una broma a una de sus compañeras.
Courtney Alice Shane (Rose McGowan, «Charmed»), Marcie «Foxy» Foxx (Julie Benz, «Desperate Housewives») y Julie Freeman (Rebecca Gayheart, «Leyenda urbana») son las alumnas más populares de la Reagan High School en Los Ángeles. Las tres amigas deciden jugarle una broma a su amiga Liz (Charlotte Ayanna, «Kate y Leopold») el día de su cumpleaños: la encierran en la cajuela con un jawbreaker en la boca.
En los siguientes minutos de la película, veremos una encrucijada en la que se encuentran los personajes por decir o no la verdad sin haber considerado que alguien podría delatarlas. Siendo la estudiante menos popular, inocentemente Fern Mayo (Judy Greer, «Jurassic World») la única testigo del delito; su silencio fue comprado a cambio de hacerle un cambio de imagen que la volvería una chica popular.
No les voy a arruinar la trama si es que nunca la vieron porque a pesar de ser un clásico ya, es una película que vale la pena ver en un momento que tengan de ocio donde deseen evocar los momentos de «high school». ¡Qué la disfruten!
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