
Por Asfaltos.
Al parecer no todo es color de rosa en el paraíso. La semana pasada, en una noticia que cimbró no solo a los fanáticos de Star Wars sino a los que seguimos el cine en general, se anunció de manera inesperada el despido -o como lo llamaron oficialmente: «la decisión de separarse»- de los dos jóvenes directores de la película de basada en el personaje de Han Solo. Si bien no es el único caso de una decisión de este tipo, sí hay que recalcar que lo inusual de ésta reside en el hecho de que la cinta no ha terminado la filmación… sí, todo sucedió durante la filmación.
La película, segundo spin-off de Star Wars en su etapa Disney, comenzó fotografía principal el 20 de febrero pasado en los Pinewood Studios de Londres, Inglaterra. Actualmente la cinta sigue bajo producción, con una serie de re-shoots planeados para el verano -mismos que hay que decirlo, estaban ya largamente pensados como lo indicó la Hollywood Reporter recientemente-. La cinta continúa firme para su estreno el 25 de mayo del próximo año.
En comunicado oficial publicado el día martes pasado, Kathleen Kennedy, presidente de Lucasfilm, anunció: «Phil Lord y Christopher Miller son cineastas talentosos que han reunido a un elenco y equipo increíble, pero está claro que teníamos diferentes visiones creativas en esta película, y hemos decidido separarnos. Un nuevo director será anunciado pronto». Por su parte, tanto Phil Lord como Christopher Miller, en el mismo comunicado añadieron: «Desafortunadamente, nuestra visión y proceso no estaban alineados con nuestros socios en este proyecto. Normalmente no somos fans de la frase «diferencias creativas», pero por una vez este cliché es cierto. Estamos muy orgullosos de la increíble y de clase mundial de trabajo de nuestro elenco y la tripulación «.
Dos días después, en otro comunicado oficial por parte de Lucasfilm con nuevas declaraciones de Kennedy, se anunciaba un nuevo director y una fecha para el reinicio de filmación: «En Lucasfilm, creemos que el objetivo más alto de cada película es deleitarse, llevando adelante el espíritu de la saga que George Lucas comenzó hace cuarenta años. Con eso en mente, estamos encantados de anunciar que Ron Howard intervendrá para dirigir la película sin título Han Solo. Tenemos un guión maravilloso, un elenco increíble y la tripulación, y el compromiso absoluto de hacer una gran película. La filmación se reanudará el 10 de julio.»
A través de un reportaje de la misma Hollywood Reporter, publicado el mismo martes del despido, supimos que las diferencias creativas anunciadas habían sido muchas y constantes desde el día 1 de filmación. Éstas, además, no solo se dieron entre la productora Kathleen Kennedy, sino también con otros miembros del equipo de Lucasfilm, así como con el co-escritor y productor ejecutivo de la cinta Lawrence Kasdan. «Miller y Lord estuvieron atónitos al descubrir que no se les concedía libertad para dirigir la producción de la manera en que estaban acostumbrados. Resistieron el control estricto de Kennedy en el set», señala el reportaje.
Desde un inicio, para los fans de la saga, la decisión de elegir a Phil Lord y Christopher Miller como directores de la película de Star Wars centrada en Han Solo, no dejaba de causar comentarios encontrados. El tono de ambos directores, quienes han destacado por su trabajo en «21 Jump Street» (2012) y sobre todo «The Lego Movie» (2014), parecía de entrada para muchos un poco ajeno al «mundo de Han Solo», quien mas que por su comicidad ha destacado sobre todo por su acidez y sarcasmo. Sin embargo, siendo realistas, cualquier decisión ajena al hecho de un Han Solo no interpretado por Harrison Ford ya estaba condenada a la polémica.
Pero de cualquier modo, por algo, ambos directores habían sido elegidos y ya muchos nos habíamos hecho a la idea. Personalmente -como lo he compartido ya en diversas ocasiones en esta columna-, el hecho de esta explotación total y masiva de Star Wars no me satisface del todo: pero es lo que hay. Es más, ya me había hecho a la idea de Phil Lord y Christopher Miller como directores por una razón básica pero esencial: ambos le darían un tono diferente al universo de Star Wars ya conocido. Al parecer eso fue lo que finalmente no gustó a la producción, y si bien están en absolutamente todo su derecho, algo no me agrada aunque era de esperarse.
Si algo había quedado claro tras el estreno de «Star Wars: The Force Awakens», era el hecho de que para los nuevos dueños de la franquicia los márgenes de riesgo debían ser minimizados en la medida de lo posible. En esta nueva nueva etapa para Star Wars la primera entrega había decidido irse a la segura con una cinta que resultaba demasiado familiar a las de la trilogía original -para muchos, inclusive, demasiado familiar-; para «Rogue One: A Star Wars Story» la fórmula se volvería a repetir, inclusive con las primeras señales de «intransigencia corporativa» que cayeron en su momento sobre el director Gareth Edwards. ¿Se acuerdan de aquellos rumores que indicaban cambios en el guión y posteriormente nuevas grabaciones?
Los problemas parecieron de nuevo presentarse, aunque… ¿de verdad esperaban en Lucasfilm que los directores cambiaran su estilo de dirección? En la Star Wars Celebration que antecedió a «Rogue One: A Star Wars Story», Kathleen Kennedy había defendido la decisión de sumar a su director Gareth Edwards por lo que éste sumaría hacia el final a la película… Sí, hay un sello de Edwards, pero al parecer la visión final del director tuvo que pasar por el escritorio donde hubo cambios que se reflejaron en la versión final de la película. Para la cinta aún sin nombre sobre Han Solo, los problemas iban en aumento y al final todo terminó explotando con la salida de los dos jóvenes directores.
Se rumora también que el tono de la cinta iba más encaminado hacia la comedia -lógico, tomando en cuenta el historial de los directores-, cuando en realidad lo que se buscaba era algo más al estilo western, quizá -y aquí sí añado de mi cosecha- más similar al de una historia de Indiana Jones, saga en la que tanto Kennedy como Kasdan han participado.
¿Entonces en primer lugar por qué la decisión de elegir a los 2 directores? ¿No se tenía esperada la forma de trabjar de ambos, o mas bien éstos no se sujetaron a los estrictos controles de calidad de la empresa? O lo que me preocupa más -aunque insisto, no me sorpende en lo absoluto-, ¿será que la creatividad e iniciativa para las nuevas películas de Star Wars sí tienen un limite?
El mismísimo George Lucas en la laureadísima «Star Wars: The Empire Strikes Back» dejó trabajar a sus anchas a su mentor Irving Keshner quien al momento nos ha regalado la mejor cinta de la franquicia; y sí el propio, Lucas podríamos decir de algún modo se dio el permiso de sacudirse a sí mismo en la trilogía de las precuelas entregándonos 3 películas que destacan por lo distinto de sus antecesoras, aún y cuando no hace falta enumerar los errores de éstas.
Las películas de Star Wars en su etapa Disney, como muchos de los grandes blockbusters estadounidenses, está claro que nacerán en un escritorio antes que en la mente de un creativo. Las decisiones milimétricas están ajustadas con mucho detalle para no cometer errores y mantener el millonario negocio a flote. Las hordas de fanáticos son amarrados con fuerza y dulces para su apetito voraz, mientras también se buscan nuevos públicos pero sin muchos riesgos en el horizonte. No hay paso en falso y cada una de las decisiones debe ser aprobada a favor de la maquinaria. Cualquier dejo de un camino distinto como el de Lord y Miller es apagado de inmediato en favor de los planes pactados.
En resumen lo que más me preocupa por lo menos a mí, no es tanto si nos hemos perdido o no de un gran éxito con los dos directores que han dejado la película de Han Solo «por diferencias creativas»; lo que me preocupa es que todo está tan milimétricamente calculado que muy probablemente nos perdamos a la próxima «The Lego Movie» de la que, como comentaba acertadamente Kevin Smith en su más reciente «Fat Man on Batman», no se esperaba nada y a todos encantó.
Asfaltos. Sobrevivo en una ciudad junto a millones de personas. ¿Mexiqueño? Me enamoro rápido y olvido difícilmente. Amo la música, el cine, los cómics, las mujeres y -últimamente gracias a los servicios de streaming– las series también. Vivo la vida a través de letras y melodías. Músico frustrado. Me pueden encontrar escuchando U2, Radiohead y Coldplay; así como Grand Funk Railroad, Styx y Eric Burdon; Chetes, Jumbo y Siddhartha; y hasta Jesse & Joy, Silverio y Aleks Syntek. Batman y Star Wars mis pasiones; también el Cruz Azul, pero ya saben… subcampeonísimo. Sobreviviente y náufrago; ermitaño que odia la soledad.






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