Por Asfaltos.
La otra vez escuchaba a uno de los responsables del proyecto Metrobús en Ciudad de México, hablar desde luego sobre las maravillas de aquel transporte para la ciudadanía. Si bien el Metrobús de entrada sacó de las calles a cientos de microbuses en auténtico estado de desgracia, ciegos habría que estar para no notar que el sistema no es infalible a fallas. ¿Se habrá subido en hora pico al Metrobús?
Sobrevivir en las calles de Ciudad de México no es cosa sencilla. Puede que lo sea en los sitios más «seguros» -¿me estás escuchando Cuauhtémoc?-, pero desde luego que no es la generalidad, por decirlo de alguna manera. Las calles de Ciudad de México están llenas de obstáculos, desde los literales como los baches de nuestras distinguidas calles, hasta los más penosos como la inseguridad capitalina -esa que muchas autoridades de la ciudad se niegan a afrontar- y el transporte público.
«Es la ciudad de la esperanza, es un perro que nunca me alcanza, que me tira la mordida, mientras corro por mi vida. Es la trinchera que me convierte en fiera. Cárcel gigante, de millones de habitantes que no quieren saber nada de nada, con el reloj corriendo por sus venas y la vida que se va con tantas penas. Más aprisa el mundo se alista y va en el metro con tanto aprieto. Y a las mujeres les meten mano, hasta en lugares que pa’ qué te cuento.»
Incluida en el «Tres veces tres» de la banda de rock y ska mexicana Panteón Rococó, «La ciudad de la esperanza» es sin duda una de las canciones más importantes de aquel proyecto, y sin duda una de las más coreadas cada que se logra escuchar en vivo. Con el estilo particular del Panteón, con esa energía y fuerza de su denuncia, «La ciudad de la esperanza» musicalizó mi más reciente supervivencia en el Metrobús capitalino en hora pico y con diluvio encima… Ya, si ustedes también andan «a patita», saben perfectamente a qué me refiero.
¿La ciudad de la esperanza? Yo le llamaría la ciudad del milagro, porque vaya milagro que funcione a pesar de todo y de todos… Por cierto, si se preguntan, las imágenes del video corresponden a la película «Bala mordida» (2009) de Diego Muñoz; la cual no recomiendo del todo, aunque sí he de destacar que como curiosidad cuenta con una de las tomas más «escalofriantes» del monstruo urbano en el que vivimos y que llamamos muchos hogar.
Leave a comment
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.