Un show de Siddhartha siempre es muy particular, ya que a través de la nostalgia y los auténticos «retratos musicales» que narra en sus canciones, se logra un efecto envolvente que le ha valido un gran crecimiento con base en su nutrido grupo de fans. Estos seguidores no solo son entregados en las presentaciones, sino que auténticamente se saben todas (o casi todas) las canciones del músico tapatío.
La noche comenzó con «Cámara», que anunciaba un recorrido por toda la discografía del cantante en la primera de sus dos noches en el Teatro Metropólitan (26 y 27 de septiembre). El ambiente en el público era muy agradable, temas como «Ser parte», «A la distancia» y «Humo» fueron cantados con emoción y la conocida melancolía en las letras de cada tema.
Algo particular y muy disfrutable del Teatro Metropólitan es la sensación de cercanía entre el público y los artistas, al mismo tiempo que la arquitectura del lugar nos ofrece la «solemnidad» de un espacio diseñado explícitamente para el arte escénico; es una mezcla especial entre lo clásico y lo moderno que vuelve único cada show tanto para los asistentes como para quienes se presentan ahí.
«Náufrago» y «Bacalar» inundaron el espacio sonoro con cientos de voces coreando con emoción, subiendo el nivel de intensidad del show hasta llegar a «Tarde», uno de los temas favoritos y que representa un punto importante en la carrera de Siddhartha, ya que con él su exposición mediática se elevó mucho más rápido de lo conseguido hasta el momento, posicionándolo como uno de los actos favoritos en festivales de rock a lo largo de todo el país.
La interacción con el público y las anécdotas fueron constantes. El relato favorito de la audiencia llegó cuando el músico recordó su primer show en el Teatro Metropólitan como baterista de Zoé, compartió que muchos repudiaron su decisión de dejar esta banda pues era un «camino ya resuelto», pero él estaba seguro de iniciar su proyecto solista: estar esta noche con un recinto lleno le confirmaba que no se había equivocado.
La velada culminó con «Únicos» y «Loco», que originalmente fue grabada en colaboración con el cantante Caloncho y cuyo riff de guitarra octavada en el solo se ha ganado el discreto pero certero reconocimiento de otros músicos de la escena.
Así fue como Siddhartha no solo llenó el Metropólitan dos noches consecutivas, si no que demostró capacidad para atraer a un público comprometido e inmerso en las letras de sus canciones, una habilidad que no muchos compositores en la actualidad pueden presumir con la mano en la cintura.
Fotos cortesía: OCESA / José Jorge Carreón.
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