Por Ady’e Rueda.
El amor, esa construcción mental, emocional y social para algunos sobrevalorada y para otros inexistente, es por mucho el ente más poderoso creado por el ser humano. Motivo de guerras, muertes y obras de arte, es el pretexto perfecto para grandes aventuras y un delicioso elixir que le da sabor al día a día.
La pasión que involucra, las emociones que desata y las acciones que conlleva hacen del amor un enigma exquisito que se transforma de acuerdo a los caprichos de los avances -y retrocesos- de la sociedad. Hoy con la facilidad de acceder a un complejo mundo que cabe perfecto en el bolsillo, y con el internet que con mayor rapidez acerca personas cuyas almas sin embargo se mantienen distantes; el amor se encuentra lejos de los tórridos romances salidos de la imaginación de William Shakespeare y de las pícaras ilusiones de Jane Austen.
Atrás parecen haber quedado las cartas, los detalles y las demostraciones de afecto en público; hoy el amor apesta y el que se enamora pierde, es débil y hasta motivo de burla. ¿Quién puede enamorarse en estos días en que las reacciones bioquímicas lo explican todo y donde con un solo clic tienes frente a tus ojos un menú completo de carnes y pieles dispuestas a no preguntar tu nombre, pero sí a ofrecer una divertida compañía? ¿Quién quiere enamorarse hoy en día cuando puedes tener a cientos de desconocidos respondiendo mensajes sugerentes y a otros tantos conocidos enviando nudes, packs y textos eróticos? Sin duda los marginados, aquellos que viven en una nostalgia constante de lo que no les ha tocado vivir; esos que sueñan con lo que libros, películas y canciones les han hecho creer sobre el protagonismo del corazón.
Como marginada declarada, creyente fehaciente del romance y la pasión, les comparto algunas recomendaciones para mañana jueves 14 de febrero, para todos aquellos que aún alimentan la idea de encontrar a su alma gemela, o bien para los que quieren echarle bastante limón a la herida.
«El amor apesta», de Arturo J. Flores
Fascinado por las formas en las que las nuevas generaciones comprendemos el amor, el comediante y editor de Playboy México, Arturo J. Flores, escribió el libro «El amor apesta» como una investigación y guía de lo que es el amor en los tiempos de WhatsApp y Facebook. No brinda mucha esperanza sobre las falsas expectativas del amor romántico, pero de manera divertida nos comparte las experiencias agridulces y sensuales de su vida y de todos sus entrevistados.
«Submarine», de Richard Ayoade
Película basada en la novela del mismo nombre del autor Joe Dunthorne, que es una joya que todo enamorado debe tener en su colección. Para quienes nos sentimos atraídos por la atmósfera de los años ochenta, esta cinta es genial pues retrata el idilio amoroso adolescente con fotografías instantáneas, paseos en bicicleta, platicas sin distracciones por celular y lo más romántico: melodías grabadas en un cassette exclusivo para esos momentos en lo que se inicia-y se termina- un noviazgo.
Dos jóvenes que «disfrutan» de su gris cotidianidad en una comunidad industrial en Gales, ambos con familias en problemas: uno con una madre enferma y otro con dos progenitores aburridos de su rutina, se enfrentan a cuestionamientos existencialistas propios de la adolescencia en la que todo parece sobrecogedor. Con frases ganadoras como “Eres demasiado buena para mí; eres demasiado buena para cualquiera”, «Submarine» es una historia divertida y original que les va a sacar muchos suspiros.
Con una fotografía fría y hermosa, actuaciones de diez y un contenido dulce, «Submarine» es una historia de amor que se nutre maravillosamente del soundtrack de lujo que el apasionado Alex Turner compuso para el film con piezas entrañables como «Stuck on the Puzzle» y «Hidin’ Tonight»; ideales para dedicar o escuchar compartiendo los audífonos.
«Is this Love», de Whitesnake
Por mucho las baladas del rock son las más románticas y sexis. Si no la han escuchado y no saben con qué canción ambientar un momento romántico, sugiero ampliamente este tesoro de 1987 de Whitesnake. Interpretada por la varonil y sugestiva voz de David Coverdale, y con una letra que originalmente se había pensado para Tina Turner, está melodía es un hit que trasciende generaciones y que no pasa de moda.
Ady’e Rueda / Marañas negras. Comunicóloga, cuentista y danzarina. Creyente de la UNAM a quien le debo todo. Amante del metal, el terror y los años ochenta. Luciferina estudiosa del arte, el erotismo y la posmodernidad. Fanática de los perros, el mar y lo goth. Excéntrica, cinéfila, melómana y bibliófila. También creo que debe haber islas, allá, al sur de las cosas.
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