Martes asfaltoso: ‘1ª Calle de la Soledad’, de Jaime López

Por Asfaltos.

Amanecemos en este martes 18 de noviembre de 2014 con el aniversario número 190 de la creación del Distrito Federal como sede de los poderes de la Unión, así como de la designación de la ciudad de México como capital de nuestro país. Con poca alegría por los sucesos que se viven en nuestro país, en esta sección dedicada a la ciudad, celebramos al De Efe con una canción más que clásica.

Si bien Jaime López nació en Matamoros, Tamaulipas, hablar de él es indudablemente hablar de la ciudad de México. Ícono musical de la capital, el compositor y cantante ha sido uno de los artistas más prolíficos de la capital; además de ser uno de los compositores que más himnos le ha dado a nuestra ciudad. ¿Chilanga banda les dice algo? Bien, pues el autor es Jaime López.

Martes asfaltoso: ‘Primera Calle de la Soledad’, de Jaime López.

El día de hoy, con motivo de los 190 años del Distrito Federal y sin dejar a un lado los 500 años que le preceden a esa fecha como capital del Imperio Azteca y capital de la Nueva España, he elegido una canción que habla de una de las primeras calles de la ciudad: 1ª Calle de la Soledad.

Con un muy rico catálogo musical, el Jaime López de 1ª Calle de la Soledad vendría siendo su versión más rockera, más clásica. Nunca me he llevado con el pizarrón (cover a letra libre del clásico Johnny B. Goode de Chuck Berry), Tengo la edad del rock’n’roll, Me siento bien pero me siento mal y Puñalada trapera, entre otras, son muestras del rock’n’roll clásico que también Jaime López supo (y aún sabe) escribir.

En la canción de hoy, 1ª Calle de la Soledad, Jaime nos entrega una fotografía de la vida urbana -de barrio- en el caótico centro de la ciudad de México. En su canción nos encontramos con -a diferencia de Chilanga banda– un retrato de la clase media, esa que sufre con la burocracia, del caos, de la chamba, los transportes a reventar y demás vicisitudes.

Con juegos vocales y corales, Jaime nos regala una canción de gran ritmo y de letra lúdica. Se trata de una de las grandes canciones de Jaime; de una de sus grandes proezas lingüísticas.

¡Felices 190 años Distrito Federal!