Adanowsky tiene su última presentación en El Lunario

Texto y fotos por Lina Ivel Acebo.

Los teloneros que pusieron un increíble ambiente a este concierto tan esperado fueron Gush, quienes con versatilidad en el escenario tocaron «We are not alone» y «Siblings» entre otras. Bailando y cantando esta banda francesa llenó de energía El Lunario. En ocasiones hablaban en español con el público, hablando un poco de ellos y de la espera de Adanowsky en el escenario.

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Comenzando con su intro  “Welcome to my world”, encendió de gritos y emoción al público; siguiendo con “Dancing to the Radio”, Adanowsky bailaba y cantaba con gran energía.

Al cantar “Jáime tes genoux” puso a cantar el coro al público. “Soy un buen profesor de francés”, dijo riendo.

Uno de los solos de esa noche fue “El ídolo”, donde únicamente Adán cantó a su público. “Una canción que escribí a los 21 años y toqué más de 9 años, después dejé de tocarla así que si se me olvida la letra me ayudan a cantarla”, comentó e inició a tocar la guitarra y a bailar sus “movimientos sexys” como dice en su canción.

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Nos hizo partícipes de la última presentación de Adanowsky, ya que comentó que ha matado a sus otros personajes. Este acto psicomágico consistió en lanzar  un cordón umbilical (representado con un largo lazo) desde su ombligo hasta el público, al cual indicó contar hasta 22 y en ese número jalar fuertemente. Entre música e incienso vimos como este personaje murió y llegó a la vida Adán.

En el show, Adán les decía a sus bailarines que bailaran y éstos decían que no, que le pagaran, entre bromas Adán pidió al público un peso para que bailaran y de pronto se abrió la lluvia de pesos al escenario; de pronto solo decía al público con señas que pararan y cesó cuando los bailarines comenzaron a bailar.

La última canción del show fue “Let’s bring it back” pero el público pedía una canción más y únicamente con su guitarra cantó “Déjame llorar”; lanzó de vuelta los pesos que el público mandó al escenario.

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Cerrando con ello su segundo show en México después de 6 años, dejando en México a su alter-ego Adanowsky y saliendo de México solo como Adán, un extraordinario concierto llenó de energía, magia, baile y sentimiento.

¡Nos leemos pronto con más música en acción!