Por Fernando Riestra Carbajal.
A lo largo del tiempo diversos íconos históricos de la sociedad como Abraham Lincoln o Martin Luther King, han estado en contra de la esclavitud, incluso Nelson Mandela hizo lo propio al aliarse con el Congreso Nacional Africano e impedir que estos actos que atentan contra los derechos humanos se sigan ejerciendo.
Se puede manipular el cerebro para conseguir un logro u objetivo, por medio de la hipnosis; el diccionario la define así: «conjunto de técnicas y teorías relacionadas con procedimientos para provocar hipnosis y con procesos mentales que sufre la persona que se somete a esta práctica.»
Yo lo sé, le estoy hablando de 2 conceptos totalmente diferentes e incluso pueden tacharme de incoherente; pero no es así, en este filme de Jordan Peele, estos aspectos serán fundamentales.
La historia comienza cuando Chris (Daniel Kaluuya) y su novia Rose (Allison Williams), tras 5 meses de noviazgo, deciden realizar un viaje para conocer a los padres de ella; sin embargo, al llegar a casa de sus suegros Missy (Catherine Keener) y Dean (Bradley Whitford), Chris comienza a tener una extraña sensación, ya que mucha de la servidumbre resulta ser afroamericana.
En un principio la madre de Rose ofrece un tratamiento de hipnosis a Chris, para que éste deje de fumar, pero los resultados son catastróficos; la madre termina por entrar a los pensamientos más recónditos de Chris y su mente queda atrapada en lugar llamado «el vacío», donde el cerebro sigue consiente de todo pero el cuerpo no consigue responder.
En el transcurso del día Chris se da cuenta de que todas las personas de color han estado bajo esos mismos efectos y no consiguen escapar de esta familia (hasta cierto punto me recordó a «Resident Evil 7» y la familia Baker). Lo peor de todo es que al estar influido por una serie de hipnosis, que lo afectan, sus suegros deciden subastarlo y con ello tener un nuevo esclavo al mejor postor.
La película es buena, y hasta cierto punto se maneja con buena trama (de suspenso por cierto), los personajes se mantienen frescos y en todo momento se tiene información de ellos y se mezclan sin ningún problema; la cuestión es que, a pesar de ser una película de suspenso, no se tiene constante este factor, algo que por lo menos a mí, me defraudó. La verdad esperaba más brincos o situaciones más terroríficas.
Si realmente el avance los ha convencido, vayan a verla, creo que no les defraudará; si no es así, no se pierden de nada asombroso.
Con imágenes cortesía de Universal Pictures México.
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