Por Asfaltos.
Publicada en 2015, siendo su primera novela como escritora, «Todo, todo» es el gran éxito literario de la estadounidense Nicola Yoon. En ésta se nos cuenta la historia de Madeline Whittier, una chica de 18 años que padece de Inmunodeficiencia Combinada Grave (SCID), también conocida como el síndrome síndrome del «niño burbuja» por los cuidados que debe padecer el -o en este caso la- paciente.
Como sucede en libros de este tipo, en cuanto se detona el éxito literario, los estudios de cine en Hollywood voltean a verles para poder igualar o aumentar el mismo logro pero ahora en la pantalla grande. Es así que apenas al año siguiente, en 2016, se confirmaría la versión cinematográfica de «Todo, todo», con Amandla Stenberg como Madeline, y Nick Robinson como Olly. El estreno estaba pactado para 2017, y finalmente así sucederá.
La cinta nos presenta a Madeline, una joven chica que vive en un cuarto extraordinario del que sin embargo se imagina fuera. Traspasando el enorme vidrio de su recámara, usando su enorme imaginación como transporte, Madeline se escapa a una hermosa playa de donde salta al mar para dejarse flotar boca arriba con los ojos cerrados y completamente en paz. Aprendemos, entonces, que Madeline es básicamente alérgica al mundo.
Dirigida por la canadiense Stella Meghie, quien anteriormente debutó con «Jean of the Joneses», «Todo, todo» es una cinta entretenida enfocada en un público adolescente. Bajo ese concepto, la cinta nos presenta una historia de amor «imposible» entre una Madeline encerrada y un Olly… si bien también un poco encerrado en su propia realidad, eso sí con una mayor libertad de movimiento. ¿O no?
Amandla Stenberg (Madeline) y Nick Robinson (Olly) funcionan muy bien como la pareja central de la historia. Observarles interactuar hace recordar a los primeros amores que como jóvenes muchos vivimos. Para entrarle a la cinta, eso sí, hay que aceptar el mundo en el que se lleva a cabo; sobre todo ese hecho de que Madeline cuenta con todos los recursos para poder vivir y experimentar lo que se nos presentará. Pero vamos, si en otras cintas se aceptan conceptos como el de una mujer creada de arcilla, no veo porqué no aceptar el mundo propuesto por «Todo, todo».
Al final, y como es de esperarse en una cinta de sus características, «Todo, todo» sirve para emocionarnos con la maravilla de estar vivos, y sobre todo temblar por lo fascinante que resulta enamorarse. La música, la fotografía, los extraordinarios escenarios -donde por cierto, lucen espectaculares playas mexicanas de Jalisco (Puerto Vallarta) y Nayarit-, forman parte de un combo que no defraudará a los fanáticos de la novela, y sobre todo a los jóvenes que ansían vibrar con una historia que resulta por demás emotiva.
Sí, Madeline se enamora de Olly quien un buen día llega en un camión de mudanza para convertirse en su vecino. Sí, Olly también se enamorará, y entre los dos, buscarán sellar ese «amor imposible». Además, también conoceremos a la mamá de Madeline, al igual que a su enfermera -por cierto, interpretada por Ana de la Reguera-. Y sí, también, habrán muchos obstáculos que sortear, y sí, como es de esperarse… ok, no les estropeo nada pero ya ustedes se lo imaginarán.
Además, si quieren verle otro tono a la cinta -quizá «más profundo»-, «Todo, todo» sirve también para reflexionar sobre lo fundamental que reuslta la comunicación entre padres e hijos, el cuidado de las relaciones de en este caso los más jóvenes, y sí, lo nocivo que puede ser en efecto el control absoluto en la formación de los adolescentes. Quizá esté forzando algunos temas, pero, hacia el final quedarán enterados del porqué los menciono.
La verdad es que sin ser el público objetivo, ni tener ningún otro compromiso que emitirles mi muy subjetiva opinión, «Todo, todo» me pareció ante todo una cinta entretenida que disfruté ver en la pantalla grande. Es probable no vuelva a verla en algún otro momento -salvo que me inviten, porque tampoco está uno para ser grosero-; pero muy seguramente para su público meta, es posible que inclusive «Todo, todo» termine por ser una cinta que defina a una generación de adolescentes que la hagan suya para siempre.
«Todo, todo» llega mañana viernes 23 de junio a cines nacionales. Sí, es una buena recomendación para los más jóvenes que nos ven, así como también para quienes deseen recordar esas primeras historias de amor donde la única intención era esa: vivir al máximo (por cierto, nunca deberíamos dejar de hacerlo).
Con imágenes cortesía de Warner Bros. Pictures México.






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