#21TourDeCineFrancés: «El viñedo que nos une»

Por Asfaltos.

Alguna vez escuchaba de alguien que la liga más importante de un hombre y una mujer es con la tierra. Sin embargo, en los tiempos actuales en los que vivimos con la monetización de la tierra, en una Ciudad de México como la que habitamos donde un «pedazo de tierra» se traduce en «un departamento, un cuarto o hasta un espacio compartido», me permití reflexionar un poco al respecto.

«El viñedo que nos une» es otra de las películas que forman parte del 21 Tour de Cine Francés, la cita anual en la que se nos permite en 7 muy bien seleccionadas cintas, sumergirnos por la cultura francesa, pero también y sobre todo, sumergirnos primeramente en historias muy humanas y cercanas que nos tocarán de manera muy sentida.

Ese es el caso precisamente con «El viñedo que nos une» de Cédric Klapish, una cinta que nos cuenta la historia de Jean (Pio Marmaï), un joven francés que hace años dejó su pueblo natal, Borgoña, para emprender una aventura personal. Viajando por todo el mundo, hasta finalmente asentarse en algún sitio en Australia, Jean regresa «sin querer» a su natal Francia para reencontrarse con la que era su vida; sí, esa de la que también había huido.

Juliette (Ana Girardot) y Jérémie (François Civil) son los dos hermanos de Jean, quienes sin dudarlo, al verlo, le reciben con enorme alegría. Parece que había pasado una eternidad desde la última vez que los 3 habían tenido contacto. Sin embargo, como siempre, el tiempo ha ido poniendo las cosas en su lugar, e implacable, como siempre, los enfrenta con los asuntos pendientes; esos por los cuales Jean había salido de su primer hogar.

De manera sencilla, pero con mucho corazón, «El viñedo que nos une» permite al espectador sumergirse en una historia muy humana que habla de algo tan sencillo y a la vez complejo como la familia. Desde la familia que deja Jean para viajar, hasta esa otra familia que dejó en Borgoña. Todo, y de gran manera, conectado con el viñedo y el producto de éste.

¡Qué delicia! Como buenos vinicultores, los protagonistas de «El viñedo que nos une» prueban y prueban vinos, que lo único que nos provocan al final es antojarnos una muy buena copa del sabroso y mencionado elixir. Desde luego, también, lo que nos provoca es meternos la idea de inscribirnos en un curso y cata de vinos de inmediato. La cinta juega con la idea de que tanto en la familia, como en el vino, lo que se necesita es trabajo, tiempo y cuidado.

«El viñedo que nos une» es una película sencilla, pero muy efectiva. Entretenida, de esas películas del Tour de Cine Francés que sirven como perfecto puente para acercar a aquellos que curiosos se acercan por vez primera a la filmografía gala. Funciona también como una cinta que permite reflexionar y disfrutar en familia.

 

A propósito de lo que les acompartía a inicios de mi reseña, en tiempos donde la tierra lamentablemente ha perdido esa conexión que debiera tener con todos y cada uno de nosotros, en sitios como Ciudad de México, y en México mismo, lo que nos queda a raíz de esta cinta es que al final el hogar está donde el corazón decida acoplarse.

El 21 Tour de Cine Francés se presenta del 8 de septiembre al 19 de octubre de 2017 en diversos cines del país. En Ciudad de México se podrá disfrutar del 8 al 21 de septiempre en distintos complejos Cinépolis, y posteriormente en diversas fechas en el circuito de exhibición cultural capitalino. Para más información consulta el sitio oficial.

Con imágenes cortesía del Tour de Cine Francés.