Por Asfaltos.
El mundo de la actuación, como el de tantas profesiones en nuestro país, definitivamente no es sencillo. Ese es el retrato que nos presenta la película de Joel Nuñez: «Tramposos con suerte». La cinta nos presenta la historia de tres amigos cuyos fracasos actorales los tienen al borde de una crisis, y no solo de tipo económica. ¿Cómo resolver estos problemas? Eso es lo que nos relata «Tramposos con suerte».
La película, estelarizada por Guillermo Iván, Osvaldo de León, Ana Layevska, Ramiro Fumazoni y Daniela Zavala, entre otros, es una comedia llena de enredos que se desatan en cuanto los amigos se plantean la forma de resolver sus crísis personales. Y es que el mundo de la actuación definitivamente no es nada sencillo. Enfrentándose al constante rechazo, y a la también cada vez más feroz competencia, los tres amigos deciden plantarle buena cara a su mala suerte.
Como si del destino se tratara, una ventana de oportunidad se les aparece sin esperarla. ¡Son actores y saben actuar! El escenario, o frente a las cámaras, no son únicamente los sitios donde pueden mostrar sus cualidades: todos, en la vida real, actuamos; y ellos, como profesionales, pueden hacerlo de mejor manera. De esa manera es que comienzan la serie de enredos que forman parte del corazón de la película.
Lamentablemente, y en contra del espíritu de la propia película, la trama se tropieza constantemente en su ejecución. Los problemas planteados parecen un poco precipitados y las soluciones de la misma manera. Hacia el final, en lo que es la resolución de la cinta, todo sucede tan rápido que inclusive resulta poco convincente y hasta confuso. Quizá si hubiera sido más larga su duración una queja quizá hubiera sido el tiempo; pero quizá también de haber sido un poco más larga ésto hubiese servido para resolver de mejor manera los conflictos planteados.
En lo que respecta a la producción, parece que la cinta sin problemas hubiese sido mejor presentada en formato de televisión. Los elementos que le acompañan desnudan sus fallas de manera más clara en una pantalla de cine. La música y maquillaje, entre otros aspectos, no lucen apropiados para una película que se proyecta en los cines; y lamentablemente, para un boleto que no distingue estos elementos al momento de su compra, es un asunto que importa.
Del mismo modo, y a pesar de que la historia resulta interesante y en espíritu se sienten las ganas del equipo por lograr un buen producto, éste no se sostiene de la mejor manera y termina por ser bastante irregular en su conjunto. Las actuaciones, de estos actores que actúan como actores, no consiguen su cometido de involucrarnos en la trama. Sí, quizá la película logre sacar algunos buenos momentos, aunque hay que retierar que lamentablemente éstos son los menos.
Quizá un aporte de «Tramposos con suerte», en el marco de la trama que nos presentan, es el hecho de que muestra que sí hay posibilidad de hacerse de oportunidades para quienes gustan hacer del cine como parte de sus propias oportunidades.
«Tramposos con suerte» se puede ver ya en cines desde el pasado fin de semana. Si quieren echarle un ojo ustedes mismos, no dejen de compartirme sus impresiones a través de redes sociales.
Con imágenes cortesía de Dragon Films.
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