Por Asfaltos.
Como anticipaba en mi reseña de ayer -la de «Arábia» (2017)-, el día de hoy llegamos al último texto dedicado al #38Foro Internacional de Cine en Cineteca Nacional. Reitero, como también hice en ese texto, que no es por falta de interés, sino porque sencillamente es lo que al momento me dio tiempo de observar. Desde luego que las 7 cintas restantes valen la pena disfrutarlas, una vez más en ese entendido de la frescura de observar otras formas de abordar el lenguaje fílmico. Para terminar, toca hablar de «Treinta almas» (2018) de Diana Toucedo.
Reflexiono de manera constante sobre la factibilidad de capturar la vida real en una cámara de cine; muchas veces termino pensando que no es posible, tan solo por ese simple hecho de la elección del encuadre, o si se quiere ver de manera más elemental, desde la simple decisión del sitio en donde se va a colocar la cámara. La «realidad» lo que se dice «la realidad», es difícil de capturar. Cuando lo hacemos es desde nuestra individualidad, desde esa subjetividad porque en efecto somos sujetos. El hecho es que el anterior pensamiento me invade siempre cuando me toca hablar de un documental, sobre todo cuando éste pretende precisamente capturar o vender el hecho de que se ha captado «la realidad».
El anterior debate interno me surgió tras disfrutar de «Treinta almas» de Diana Toucedo, una película que deambula entre la ficción y la no ficción. Definía yo que «Treinta almas» es lo que bien podríamos llamar un «falso documental».
En «Treinta almas» se nos presenta una comunidad enclavada en Galicia, España, donde se reflexiona sobre la vida y la muerte. Al inicio de la cinta, con paisajes bellamente capturados para ilustrar el particular mundo en el que nos movemos, se nos presenta un diálogo de una chica que nos habla sobre la forma en la que conviven vivos y muertos. Muertos, que por cierto y en sus propias palabras, apunta que se van acumulando en un espacio que los vivos han hecho suyo ahora mismo.
Con un gran cuidado en lo que respecta a su ejecución visual, Diana Toucedo nos va introduciendo con sumo detalle en este mundo particular donde el culto a la muerte es cosa de todos los días, y por lo mismo resulta también bastante distinta la forma en la que conviven vivos y quienes se les adelantaron.
Con gran paciencia, con poco diálogo y un gran peso en las imágenes, Toucedo consigue un balance perfecto en un trabajo que bien resulta también una muy bien realizada poesía. Observar «Treinta almas» en el cine se convierte en algo adicional a solo una película más vista; se trata conforme van avanzando los minutos, de una auténtica experiencia que se disfruta del todo con los sentidos en sus máximas capacidades.
La experiencia, que sacude de forma firme, suma también una buena dosis de magia, y sin duda mucho misticismo y no poco terror. La mezcla entre los elementos reales y los irreales, resulta muy avanzada la cinta en algo definitivamente imperceptible. Es tal el logro de la propia Diana Toucedo, que solo hacia el final volvemos a entender que lo que vimos tiene pinceladas de ficción… o quizá no. Reitero, poesía fílmica en su máxima expresión.
«Treinta almas» de Diana Toucedo es en definitiva otra imperdible del #38Foro, así como las otras 6 que reseñamos y las 7 faltantes. ¿Ven alguna de las que les platicamos y nos comparten su opinión?
El 38 Foro Internacional de Cine se realiza hasta el próximo 30 de julio en Cineteca Nacional; y recorre además 15 sedes, incluyendo a la UNAM, Cinépolis, Cinemex, La Casa del Cine, Le Cinéma, Cine Tonalá y Cinemanía Loreto, desde el pasado 20 de julio y hasta el 28 de agosto. Para más información consulta el micrositio oficial.
Con imágenes cortesía de Cineteca Nacional.





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