Por Asfaltos.
Uno de los realizadores japoneses más importantes del cine contemporáneo, es sin duda Hirokazu Koreeda. El director, que por casi 3 décadas ha estado detrás de una cámara contando sus historias, se ha vuelto también en uno de los cineastas preferidos del público mexicano. Su celebrada «De tal padre, tal hijo» (2013), es la piedra angular de quienes hemos seguido con ánimo su larga trayectoria. «Tras la tormenta» (2016) y «El tercer asesinato» (2017), fueron las dos más recientes películas que pudimos ver del nipón en nuestros cines. «Un asunto de familia» (2018), Palma de Oro en el Festival de Cannes 2018, es una de las cintas más esperadas en la #65Muestra Internacional de Cine.
«Un asunto de familia», nombre en español que se le dio a «Manbiki kazoku» («Shoplifters»), se centra una vez más en el muy abordado núcleo familiar que se ha destacado de forma importante en la obra de Koreeda. La película nos presenta la historia de la familia comandada por Osamu (Lily Franky) y Nobuyo (Sakura Andō), quienes de manera muy particular viven entre el trabajo honrado y el hurto profesional. A su cargo se encuentran el niño Shota (Jyo Kairi), quien aprende a robar gracias a su padre; la hermana de Nobuyo, la guapa y simpática Aki (Mayu Matsuoka); y la abuela Hatsue (Kirin Kiki), matriarca y benefactora del grupo. A la familia, se une también la pequeña Juri (Miyu Sasaki).
Koreeda, con esa calma, visión y elegancia a la que nos ha acostumbrado, va contándonos una historia ágil en la que se nos permite también crear mucha empatía con personajes que desde el primer momento en el que nos presentan, nos atrapan. Así sucede con el personaje de Juri, a quien encuentran Osamu y Shota en un balcón, en pleno invierno japonés y aparentemente abandonada por sus padres. Imposible que a uno no le atrape la imagen de la pequeña, quien perfectamente casteada se roba la película en cada presencia; lo mismo ocurre por ejemplo con Osamu, interpretado por Lily Franky, y quien nos brinda momentos de risa pero también alguno que otro dramáticamente emotivo.
Toparse con «Un asunto de familia» fue sin duda una muy grata alegría. Sorpresa no, porque conocemos ya el cine de Hirokazu Koreeda, y también porque su éxito en el pasado Cannes fue reconfirmado por muchos de los que pudieron verla previamente en su estreno en México durante el 16° Festival Internacional de Cine de Morelia. La fotografía, comandada por Ryuto Kondo, es un trabajo también sobresaliente. Para «Un asunto de familia», como para muchas de sus películas, Koreeda optó una vez más por trabajar con una película en 35 mm; formato que si bien resultó novedoso para Kondo, termina por ser uno de los grandes atractivos de la película. La particular atmósfera que le otorga esta decisión, se agradece en cuanto uno se sienta a ver en pantalla grande «Un asunto de familia».
La familia, en tiempos donde el concepto parece haberse tergiversado, es analizada de manera muy fina y también crítica por Hirokazu Koreeda. Sin ser escandalosamente provocador, el realizador japonés sí consigue con «Un asunto de familia» una muy interesante reflexión sobre los lazos que al final terminan fortaleciendo a un núcleo como el que nos presenta en pantalla. Además, entre los muchos temas que se pueden analizar de la película, el director, guionista y editor de la película, incluye también el peso que la sociedad y la propia economía contemporánea tienen sobre aquellos quienes a pesar de todo luchan a su manera para conseguir la supervivencia.
Una vez más, observar una película de Hirokazu Koreeda nos hace reflexionar desde nuestro punto de vista occidental, los valores de una cultura tan sabia como la japonesa. La visión del autor nos habla de una forma distinta de ver la vida que uno agradece sea compartida de esta manera. Las actuaciones, todas, resultan francamente refrescantes. El cariño que cada uno de los actores le pone a sus personaje, se refleja en pantalla para bien de la película. Las historias de todos y cada uno de los integrantes de esta peculiar y particular familia, ofrecen visiones distintas que cada uno irá reflexionando hacia el final de la película.
Sin ánimos de revelar más para que se dejen sorprender por la obra de Hirokazu Koreeda, solo añadiré que las sorpresas que se nos irán revelando resultan inesperadas, pero sobre todo que nos serán curiosamente muy calurosas; porque sí, «Un asunto de familia» es de esas películas que terminan siendo al final, además de una experiencia fílmica, un apapacho al corazón que vale la pena permitirse.
¿Recomendada? Absolutamente. «Un asunto de familia» de Hirokazu Koreeda es una de las muchas cintas imperdibles en la #65Muestra. No dejen que se las cuenten y váyanla a ver. La película sin miramientos es de las mejores del presente año, por si quieren irla añadiendo a sus listados de lo mejor en cine este 2018. Ah, el final ofrece una sorpresa que me encantaría comentar con ustedes vía redes sociales; no dejen de hacerlo en cuanto vayan a verla.
La #65Muestra Internacional de Cine se proyecta hasta el próximo 3 de diciembre en Cineteca Nacional. Del 23 de noviembre al 15 de diciembre se exhibirá en casi una veintena de sedes de Ciudad de México y Área Metropolitana (cinco sedes de la UNAM, dos del IPN, tres complejos Cinépolis, cinco complejos Cinemex, el IFAL, el Centro Cultural Carranza, Cinemanía Loreto y La Casa del Cine). La selección recorrerá durante diciembre y enero el interior de la república. Para más información consulta el micrositio.
Con imágenes cortesía de Cineteca Nacional.
Leave a comment
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.