«Mi esposa y la otra»: ¿qué es ‘la familia’?

Por Asfaltos.

Son fechas de estar con «la familia», ¿pero qué es precisamente la llamada «familia»? En la diversidad de historias que existen en nuestro planeta marcadas por situaciones distintas que escapan de cualquier «normalidad» impuesta por la sociedad o la mercadotecnia -iba a decir iglesia, pero no quería verme reiterativo-, nos encontramos con diversas definiciones de lo que es «la familia» y están bien, todas ellas están bien. Veámoslo de manera amplia y clara.

De acuerdo al diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la palabra «familia» se refiere a un «grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas»; y ya que andamos en esas, la palabra «parentesco» se refiere al «vínculo por consanguinidad, afinidad, adopción, matrimonio u otra relación estable de afectividad análoga a esta». Es decir, regresando: nos encontramos con diversas definiciones de lo que es «la familia» y están bien, todas ellas están bien.

Estrenada el 10 de abril de 1952 en el Cine Orfeón en Ciudad de México, «Mi esposa y la otra» fue una película dirigida por el mexicano nacido en Alemania Alfredo B. Crevenna. Con un reparto comandado por Arturo de Córdova y Marga López, complementado por Ramón Gay, Alma Delia Fuentes, Beatriz Aguirre y hasta la muy pequeña Angélica María, «Mi esposa y la otra» es una de esas películas que ajustan perfectamente para estas fechas de fiesta de Navidad en donde se disfruta de ver películas acompañados de sus familias. Todas las familias.

La historia nos presenta a Ricardo (Ramón Gay), un hombre felizmente casado con Cristina (Marga López), encantadora mujer con la que ha engendrado 3 maravillosos hijos en una armonía que es aparente hasta que surge una escandalosa sorpresa: «la otra», interpretada por Beatriz Aguirre, descubre «sin querer» la familia de su amado Ricardo, por lo que éste sinvergüenza recurre a una mentira que se le escapa de las manos. Ahí es donde entra en escena Antonio (Arturo de Córdova), amigo de Ricardo quien tendrá que asumir temporalmente el papel de patriarca de la familia de éste mientras exprime a «la otra» a quien embarca en la misma mentira.

Las películas de la llamada Época de Oro del cine mexicano se destacaban -además de por su muy buena manufactura-, por su conexión con el público que aún hoy día más de medio siglo después, sigue reaccionando positivamente a ellas. Ese es el caso del dramón «Mi esposa y la otra», cinta en la que sin faltarle humor, se reflexiona precisamente sobre lo que es una familia. Y es que la presencia de Antonio como improvisado patriarca de una familia que por la frialdad de Ricardo se había mantenido un tanto desconectada, termina por darle coherencia al grupo que termina aceptándole más que con quien sí existe en efecto un vínculo consanguíneo.

«Mi esposa y la otra» me pareció una película sumamente entretenida. La presencia de Arturo de Córdova, Marga López y Ramón Gay sin duda es garantía. Ver a la pequeña Angélica María es definitivamente adorable y curiosa para quienes jamás la habían visto de infante. Los diálogos, los arrebatos, los giros de tuerca y las emociones son de alto calibre en una película que mantiene a uno al filo de la butaca. No, no cabe duda que el trabajo de Alfredo B. Crevenna es extraordinario al mantener el ritmo de manera constante en una cinta que nos atrapa de principio a fin.

¿Qué es la familia? En «Mi esposa y la otra» termina enseñándose que al final la familia es en efecto un «grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas», entendiendo por parentesco el «vínculo por afinidad y una relación estable de afectividad». Ricardo, el hombre que a la vez que vivía un amorío con «la otra» había formado una «familia» con Cristina y los hijos que con ella procreó, terminó siendo desplazado por Antonio quien fue aceptado por entregar precisamente ese afecto que la sangre no pudo garantizar.

 

Preguntarán: ¿qué tiene ésto qué ver con la Navidad? El conflicto de la película termina por resolverse precisamente en la cena de Nochebuena, cuando todos los integrantes de la familia terminan por aceptar al afectuoso Antonio quien termina ganando como regalo de Navidad precisamente la familia que se ganó.

¡Feliz Navidad!

Asfaltos. Sobrevivo en una ciudad junto a millones de personas. ¿Mexiqueño? Me enamoro rápido y olvido difícilmente. Amo la música, el cine, los cómics, las mujeres y -últimamente gracias a los servicios de streaming– las series también. Vivo la vida a través de letras y melodías. Músico frustrado. Me pueden encontrar escuchando U2, Radiohead y Coldplay; así como Grand Funk Railroad, Styx y Eric Burdon; Chetes, Jumbo y Siddhartha; y hasta Jesse & Joy, Silverio y Aleks Syntek. Batman y Star Wars mis pasiones; también el Cruz Azul, pero ya saben… subcampeonísimo. Sobreviviente y náufrago; ermitaño que odia la soledad.