#FICG34: «Poetas del cielo»

Por Asfaltos.

Continuando con nuestro recorrido por el 34° Festival Internacional de Cine de Guadalajara -mismo que pueden seguir con el HT #FICG34-, toca platicarles del más reciente largometraje documental del realizador mexicano Emilio Maillé. Maillé, de muy grato recuerdo por su documental «Miradas múltiples» (2012), regresa a la pantalla grande con un trabajo a la altura. Bajo el nombre de «Poetas del cielo», el director de cine mexicano se permite introducirnos en el bello pero también polémico mundo de la pirotecnia.

No cabe duda que uno de los mejores realizadores nacionales del género documental es Emilio Maillé. Sin meterse demasiado, con pocas palabras y mas bien privilegiando el que las imágenes sean las que nos hablen, con «Poetas del cielo» Maillé nos detalla con mucho lujo el impresionante y complejo mundo de la pirotecnia; ese, que de acuerdo a una de las frases mencionadas en la película, «nació en China por la guerra y llegó a Italia para convertirse en arte».

Con testimonios e imágenes de proyectos pirotécnicos en España, Brasil, China, Japón, Cuba, Francia y desde luego México, Emilio Maillé nos permite entender la magia detrás de una actividad que no deja de ser peligrosa. Algo similar sucedió con el documental «Un filósofo en la arena» de Aarón Fernández y Jesús Muñoz, solo que en esta ocasión Maillé lo presenta con mayor sutileza e inclusive mayor elegancia. Las ideas del cielo como lienzo, de la soledad después de la creación, del riesgo y del peligro, son algunas de las que se nos presentan de gran manera.

Sí, desde luego que en «Poetas del cielo» se nos remarca lo tremendamente peligroso que resulta la actividad de quienes se dedican a la pirotencia. Imágenes como las de la más reciente tragedia en Tultitlán, Estado de México, no faltan al momento de la presentación de la trama; sin embargo, con mucha fineza Emilio Maillé nos deja escuchar a quienes se juegan la vida con lo que no deja de presentársenos frente a nuestros ojos como un arte en toda la extensión de la palabra.

La fotografía es uno de los elementos más importantes a lo largo de «Poetas del cielo», pues a raíz de ésta es que podemos admirar con mucho detalle el cuidadoso arte de pintar en los cielos. Naturalmente que hay imágenes de pirotecnia en la noche -entre ellas dos muy espectaculares: una en la Torre Eiffel y otra hacia el final del documental-; sin embargo, si me preguntan, mi favorita se realiza durante el día. En una magnífica composición, donde la luz del día se mezcla con los colores provenientes de los cohetes humeantes, se nos resume el porqué a estos artesanos mas bien habría que llamarlos artistas, y no solo artesanos; o no, mejor aún, «Poetas del cielo».

A destacarse también la labor musical, extraordinaria, preciosa y precisa. En sincronización en muchas ocasiones con lo que vamos observando con los ojos, la banda sonora de «Poetas del cielo» nos acompaña para sumar al disfrute total de un auténtico espectáculo. Hay momentos que sin exagerar, terminan siendo muy emocionantes gracias a la musicalización detrás de la danza de la pirotecnia que vamos observando.

Es entonces «Poetas del cielo» un ejercicio de reflexión, de conocimiento y sobre todo de apertura a un arte que quizá antes no habíamos considerado como tal. Es cierto que el tema da para una discusión más amplia, pero es ahí justamente donde el documental de Emilio Maillé se inserta con elegancia. Decía por ahí un poeta, que la poesía se puede alcanzar de distintas maneras; con «Poetas del cielo» se nos demuestra que la pirotecnia puede ser sin duda una de esas formas de alcanzar la poesía: el arte en su máxima expresión.

«Poetas del cielo» formó parte de la programación del 34° Festival Internacional de Cine de Guadalajara que se realizó del 8 al 15 de marzo de 2019, en Guadalajara, Jalisco.

Con imágenes cortesía de Cinetc…