Después de casi 20 años, llega el cierre de X-Men en el cine, al menos como los hemos conocido hasta ahora. Con una historia que se caracteriza por ser una de las más importantes en los cómics. ¿Logra «Dark Phoenix» ser un cierre digno a la saga de mutantes en la pantalla grande?
La historia de «X-Men: Dark Phoenix» tiene como eje principal a Jean Grey (Sophie Turner), quien a consecuencia de una misión de rescate en el espacio, ve corrompidos sus poderes telepáticos por una fuerza alienígena. El descontrol de sus nuevas habilidades, desencadena una serie de eventos que podrían poner en peligro la existencia de la raza humana. Es entonces que los X-Men deben tomar partida una vez más, para decidir cómo contener una amenaza que esta vez procede de su equipo.
Ambientada en la década de los sesenta, la trama es sencilla y directa al momento de presentar el pasado de su protagonista. Es una película que no pretende elaborar demasiado en las motivaciones de sus personajes, ni valerse de giros inesperados para lograr entretenernos. Sin embargo, es en este aspecto donde se tiene la impresión de no aprovechar al máximo a su gran elenco: James McAvoy («Fragmentado»), Jessica Chastain («Historias cruzadas»), Jennifer Lawrence («Los juegos del hambre») y Michael Fassbender («Steve Jobs»). Esto se vuelve aún más evidente cuando la película alcanza resoluciones rápidas a conflictos que pudieron profundizar más en la transformación de Jean Grey a Dark Phoenix, mismos que resultan un poco ajenos o incongruentes a personajes que nos han presentado durante varios años.
Las secuencias de acción de la película van acorde a lo que nos han mostrado en sus antecesoras. La acción en pantalla es clara en todo momento, y deja ver la ya experimentada colaboración en batalla de los distintos bandos de X-Men. Es aquí donde se nota la intención de su director, Simon Kinberg, de rendir tributo a la saga de mutantes, brindando momentos decisivos que aunque no alcanzan la epicidad de lo definido por el Universo Cinematográfico de Marvel, logran emocionar al espectador y casi alcanzan lo entregado en «X-Men: Días del futuro pasado».
En resumen, «X-Men: Dark Phoenix» es un cierre sin grandes pretensiones, que a pesar de los problemas que puede tener, cumple con entretener al espectador y permitirnos ver a los mutantes una última vez antes de los cambios que vengan en un futuro.
«X-Men: Dark Phoenix» se estrenó en carteleras el fin de semana pasado, así que podrán encontrarla todavía en pantallas.
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