Del chip a la orquesta: La música en los videojuegos

El papel que juega el recurso sonoro en el entretenimiento electrónico.

Por Julio César García Fonseca.

¿Se han preguntado alguna vez cómo sería la vida sin música?

Del chip a la orquesta: La música en los videojuegos.

La música, según es definida en una página web que empieza con Wiki, es «el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos». Osea, una serie de tonos altos y bajos con ritmo que nos alimenta el alma, y con esto me refiero a que la música nos llega a niveles casi moleculares de forma que nos puede mover entre diferentes épocas, sentimientos, pensamientos, etc.; incluso podemos encerrar recuerdos y asociaciones de ciertas cosas que nos pasaron a lo largo de nuestra vida en una canción o un tono sencillo. En pocas palabras: ¡La música es la ondota! ¿A poco no? Incluso, hay estudios bastante serios que dicen que quien no disfruta la música tiene un defecto genético. Pero eso es para otra columna.

¿Bueno y esto que tiene que ver con los videojuegos?

¡Muchísimo!

Si han tenido la amabilidad de darle seguimiento a este universitario que les escribe, sabrán que cuando hablamos de videojuegos se deben tener en cuenta cuatro cosas fundamentales: la historia, los gráficos, la interfaz y la música. En esta columna trataré de mostrarles la importancia y una especie de historia del recurso auditivo en los videojuegos. Antes de comenzar me gustaría aclarar que los temas que aquí presento son una selección sin ningún criterio específico, solo los pongo con el fin de ejemplificar, y desde luego que dejo fuera muchas series y soundtracks maravillosos. Por el tiempo es imposible ponerlos todos.

Pong (1972)

La musicalización de los videojuegos empezó en esta época. ¡Beep! ¡Boop! ¡Beep! ¡Boop! El usuario quedaba enganchado con la idea de poder mover una paleta para golpear la pelota más cuadrada jamás antes vista al tiempo que escuchaba su golpeo . Compárenlo con el tenis tradicional, en un partido lo único que escuchamos es el raquetazo y uno que otro quejido de los jugadores.

Mario Bros. (1985)

Luego de una crisis que casi destruye la industria de los videojuegos, sale la Nintendo Entertainment System (NES) con el juego Mario Bros./Duck Hunt. Casi puedo asegurar que toda persona en el mundo conoce a Mario Bros y también aseguraría que todos se saben la tonada principal de este juego. Con cinco canciones de poco más de 30 segundos y varios jingles o micro sonidos (ejemplo, cuando se aplasta un enemigo), el juego, y su correspondiente  generación, marcó una pauta para la musicalización del videojuego a nivel industria. No se trata de que suene música aleatoria, si no que la música te meta en el juego, te haga vivir de otra forma la experiencia y comiences a asociarla a una tonada específica para poder compartirla con los otros. Recordemos que la música no conoce de fronteras, es universal.

Sonic the Hedgehog (1991)

Desde que prendías tu Mega Drive y escuchabas la palabra SEGA, sabías que estabas a punto de vivir una de las experiencias audiovisuales más impresionantes de esa época, y es que era como tener a una banda de rock contemporáneo en tu casa; era mucho mejor si conectabas el estéreo de tu casa. Para este punto los pequeños cartuchos de 16 bits podían albergar hasta 40 canciones y la consola con solo 8 kb de ram las reproducía de manera magistral.

The Legend of Zelda: Majora’s Mask (2000)

El salto al mundo 3D de los videojuegos significó también una mejora en el aspecto gráfico y musical. En este punto ya no se trataban de notas simples ni de canciones midi; ahora podíamos escuchar toda una orquesta en nuestra consola. Y desde luego que la intención de involucrar más al usuario a través de la música seguía más fuerte que nunca.

A partir de las consolas que salieron posteriores a la generación del N64, PS1/2 y la XBOX,  y hasta la actualidad, la grabación de sonido es directamente de la orquesta y la calidad es excepcional. Claro que aún se usan sintetizadores de sonido, pero no por esto se escapa la atención de las personas.

Ahora bien, la música en los videojuegos no es un simple accesorio, espero quede claro. El papel que juega es importantísimo. Mientras en unos juegos nos crea un ambiente de tensión para involucrarnos, pues recordemos que la interactividad de los juegos nos permite ser parte de la historia, en otro momento nos despierta el héroe que llevamos dentro para luchar con el jefe final en una batalla legendaria. Además, las canciones se adhieren a los sentimientos y a recuerdos, lo que le añade un valor muy especial a la música.

La música es parte fundamental en nuestras vidas, con ella nos expresamos y recordamos. Lo mismo pasa con la música de los videojuegos, pero de una forma un poco más especial, pues nos puede hacer sentir que somos nosotros los que recorrimos calabozos para rescatar princesas, o que fuimos un semidiós que peleó con monstruos gigantes, o que éramos simples gaviotas que caminaban una tras otra con ritmo caribeño. Hablar de música y videojuegos es hablar de pasiones y emociones que impactan en la vida diaria de quienes disfrutamos de este entretenimiento y que tiene una gama impresionante de variantes, además de que de dichos tonos emergió la música chipbreak que es música actual creada con los chips musicales de las consolas. No olvidemos  las versiones arregladas, orquestadas, metaleras, etc., de las rolas que ya se han hecho legendarias en la historia de la humanidad y tuvieron su inicio en un videojuego.