Y tú… ¿qué escuchas?

Por Viry Masfalda (de Masfaldas).

Hola banda, como ustedes saben, soy una persona que no puede vivir sin música. Cuando salgo a la calle me pregunto qué escucha la banda en sus reproductores de música y me doy cuenta que no siempre tiene que ver con su personalidad.

Y tú... ¿qué escuchas?

Tengo una amiga de las Lomas que es súper dark y alguna vez fue la más feliz cantando Can’t take my eyes off you en la versión de Boys Town Gang, que es música disco; tengo otro amigo que me comparte cosas  increíbles en diferentes idiomas y su hija, que tiene 14 años, es súper  fan de Dreamtheater que es metal progresivo. ¿Qué tal los ejecutivos elegantes que les late la música de banda y cantan con «harto» sentimiento desde sus coches? ¿O los que traen toda la fiesta con las mejores cumbias, salsas y el mix de las bodas que todo el mundo se sabe y baila? ¿Qué me dicen de las mamás que escuchan la música infantil de sus hijos, las adolecentes que ahora cantan las que escuchaban las mamás cuando eran jóvenes, o el caso de mi roommate que tiene un iPod que tiene, literalmente, de todo?

En mi iPod hay desde Cri-Cri, Celia Cruz, Prince, Kimbra, Caifanes, Bronco, Gotye, Björk, The Police, Gustavo Cerati, Intocable, New Order, Thalía, hasta las secuencias que uso en vivo con Masfaldas con todo y el metrónomo… ¡y mucho más!

La música no tiene preferencias, no se fija en la apariencia. Hay de todo y para todos. Lo que escuchamos toca alguna parte de nosotros, nos hace bailar, nos recuerda un momento vivido o anhelado; nos sentimos identificados con lo que dice, “nos llega” o es un “dark side“que nos puede incluso conectar con personas que no tienen nada que ver con nosotros. Es el gusto por la misma música.

Lo importante es no encasillar, ni a la gente ni a sus gustos, sino compartir y disfrutar lo que provoca escuchar todo tipo de música.

¿Ustedes qué traen en su iPod, mp3 o lo que suene? Cuéntenme, seguro en algo vamos a coincidir.

Besos, ¡hasta la próxima!