El cielo de las aspirinas

Por Andrea García Borja.

Hola mis queridísimos lectores. Primero que nada, si eres una de esas personas a quienes sus papás nunca les pusieron una vacuna y los curaban con chochitos, ni leas este artículo; o sí léelo para que se lo recomiendes a uno de tus amigos normales, digo, comunes.

El cielo de las aspirinas.

Efectivamente, esta semana voy a escribirles acerca de medicamentos y cómo deshacernos de éstos de una manera amigable con el medio ambiente. Seguro muchos de ustedes no tienen idea de qué hacer con todos los medicamentos caducados que encuentran en su botiquín o en su refri o en dónde sea que los guarden. Bueno yo tampoco lo sabía, lo único que siempre he hecho es romper las cajas antes de tirarlas (o llevarlas al centro de reciclaje); mi mamá es enfermera y considera que es muy importante destruir los envases de los medicamentos porque si no se puede hacer un mal uso de estos.

Me encontré con una publicidad acerca de unos contenedores especiales donde se pueden depositar los medicamentos de una manera segura para nosotros y para el medio ambiente. Entonces me puse a investigar acerca de los malos efectos que los medicamentos pueden causar en el medio ambiente. La verdad, no encontré mucha información al respecto; simplemente decía que contaminan el suelo y el agua. Independientemente de esto no sé ustedes pero a mí no se me hace una buena idea que los medicamentos anden rodando por ahí. Para mí con eso es suficiente para buscar una solución ecofriendly.

La solución que encontré es el SINGREM (Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Envases de Medicamentos, A.C.), que en pocas palabras a lo que se dedica es a brindar a las farmacias participantes los recipientes especiales para los medicamentos caducos o en desuso. Posteriormente los recolectan en fechas específicas y los transportan a las instalaciones en las que separan los componentes para desecharlos correctamente. Así ya no causan tanto daño al agua o al subsuelo.

Si bien el SINGREM ya funciona en farmacias a lo largo de la república, todavía no cuentan con contenedores de recolección en todas las farmacias, lo que hace que su cobertura no cumpla aún con las demandas de los deshechos de medicamentos que genera ésta enorme ciudad, por ejemplo.

Sin embargo, esta iniciativa es innovadora y un buen comienzo. Ahora falta que todos pongamos un granito de arena y así como hacemos el gran trabajo de separar nuestra basura, nos comprometamos con nuestro planeta y desechemos correctamente las medicinas, que aunque nos pueden causar mucho bien pueden en ocasiones ser muy dañinos para la tierra y el agua. Así que démonos a la tarea de cuidar a nuestro planeta, antes de que se nos enferme más.