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El miércoles 21 de mayo el pueblo de San Bartolo Ameyalco terminó siendo el centro de atención de toda la ciudad. Una obra hidráulica fue el motivo por el cual los pobladores se enfrentaron a los policías dejando como saldo ciento de heridos –la mayoría uniformados– y al menos cinco detenidos.
El caso San Bartolo Ameyalco.
De un hecho hiperlocal, el #SanBartoloAmeyalco se convitió en trending topic en Twitter.
Y todo empezó porque las autoridades decidieron terminar con la instalación de tuberías y conexiones para distribuir agua potable en algunas colonias de este poblado, que desde hace años no cuenta con este servicio de manera regular.
Según el proyecto delegacional, esto beneficiará a unas 20 mil personas con “la construcción de una red independiente de agua potable cuya fuente de abastecimiento es el sistema Cutzamala, a través del Tanque Villa Verdún, contemplando la ejecución de una planta de bombeo con capacidad de 20.0 litros por segundo y líneas de distribución con diámetros de 102 mm (4») y 152 mm (6»)”.
La obra en discordia se ubica en el Camino Viejo a Mixcoac y tiene una longitud lineal de 3,200 metros aproximadamente. Según los pobladores, el problema es que esta obra va a contaminar el agua de los manantiales que surten de agua potable al pueblo. El otro supuesto, es que el agua de estos manantiales se la van a llevar a la zona de Santa Fe y sus zonas exclusivas.
Para las autoridades capitalinas, el conflicto tiene un trasfondo en donde los “piperos” –pipas que distribuyen agua en las colonias donde no hay agua con regularidad– son los que están detrás de todo el conflicto y son los que de alguna manera generaron la violencia para evitar que pierdan su negocio de distribución.
Es decir, las versiones encontradas apuntan a una cuestión de mucho dinero. Por un lado, hay cierta creencia de que las autoridades benefician –sobre todo en lo que tiene que ver con los servicios de agua– a la zona de Santa Fe. Esto es un rumor constante en todas las áreas populares aledañas a estos exclusivos complejos habitacionales y de oficinas.
Por el otro, el hecho de que desde hace décadas no se haya podido garantizar el acceso al agua potable a cientos de familias en el pueblo de San Bartolo Ameyalco, también está cargado de rumores que aseguran que algunos habitantes de este poblado son los que han hecho grandes negocios al distribuir agua a través de pipas y se han “adueñado” del agua de los manantiales.
Los hechos de violencia han desatado una serie de críticas hacia el gobierno capitalino, que utilizó un operativo policiaco excesivo para una obra tan sencilla. La pregunta es: ¿por qué el delegado de Álvaro Obregón, Leonel Luna, solicitó al gobierno del D.F. un operativo de estas dimensiones? ¿Tendría antecedentes de que el enfrentamiento era inevitable?
Esto también ha provocado que la sociedad se solidarice con los pobladores –los que se oponen a la obra y aparentemente fueron los más afectados durante el enfrentamiento– de San Bartolo Ameyalco.
Ya se formó una comisión representativa del pueblo a partir de estos hechos violentos y se están tratando de organizar para seguir una estrategia de lucha coordinada. Este asunto apunta hacia la creación de un movimiento local que haga frente a los “abusos de las autoridades” y puedan defender lo que ellos consideran es suyo y de nadie más: el manantial de agua.
Un buen avance si lo vemos desde el punto de vista de sociedad civil organizada. Pero hasta este momento, no han presentado documentos o pruebas que demuestren que lo que ellos afirman es cierto.
No hay datos, cifras, planos o documentos que nos lleven hacia la conclusión contundente de que el gobierno capitalino miente; de que sus intenciones de “contaminar el agua del manantial” o de “llevarse el agua a Sante Fe” son ciertas.
Si tomamos como punto de partida que la corrupción en México lo puede todo, entonces es posible que suceda eso que los habitantes de San Bartolo están afirmando como cierto. Pero si somos lo suficiente objetivos, no hay una razón lógica para que algunos de sus pobladores no tengan acceso al vital líquido si habitan en el “lugar donde brota el agua”, según el significado de Ameyalco.
Los pobladores han convocado a asambleas e invitan a “medios libres e independientes a difundir las problemáticas de nuestro pueblo, pues confiamos en que al ser medios independientes estarán siempre del lado de la verdad y las causas justas”, dice un comunicado elaborado por la Comisión de Prensa y Propaganda que representa a los pobladores de San Bartolo.
No hay justificación para los hechos violentos sucedidos en este poblado el pasado 21 de mayo. Tampoco hay argumentos validos para entender un despliegue policiaco de esas dimensiones que se pudo haber interpretado como una provocación para los pobladores. Pero tampoco se puede apoyar que la sociedad reaccione de esa manera y agreda de tal forma a los policías.
Estamos a la espera de que los pobladores aporten pruebas para poder defender su causa. Esperamos que un día cercano convoquen a una conferencia de prensa y con datos confiables, demuestren que lo que ellos afirman con respecto al agua del manantial es cierto. Si esto no sucede, su movimiento no tiene futuro y sus voces perderán fuerza… como le ha sucedido a muchos otros movimientos sociales.
