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Por Asfaltos.
Me ha tocado una tarea un tanto ingrata, y es que sustuituir a un compañero (en este caso a una compañera), es cosa poco sencilla. Repasar la historia de una banda completa no es algo fácil, y por ello reconozco a Janette Alle Tamer por su excelente labor en los Miércoles nostálgicos que ella misma instituyó. No copiaré su estilo. Por lo que hoy, que simplemente me toca suplirla, le dotaré algo de mi estilo, algo de asfalto…
Era 2001, cuando un grupo cuyos inicios se remontan a la colonia San Miguel Chicalco, hacía ruido bajo el nombre de Los Liquits. Los primeros años de Los Liquits fueron por ahí de 1993, año en el que unos jóvenes estudiantes de la Academia Fermatta soñaron con lo que a la postre terminarían siendo.
Apadrinados por los tacvbos Joselo Rangel y Emmanuel del Real, Los Liquits dieron un salto inesperado para los músicos de la época con su primer disco Karaoke, entonces producido por una disquera multinacional. La fama de los defeños estalló de inmediato, en gran parte, por la canción que les presento hoy: Kurasaibo.
Muestra del desparpajo de Los Liquits, Kurasaibo nace de unas clases de tailandés a las que se metieron los músicos. En sus propias palabras cuentan que grabaron todo lo que decía su maestro; por lo que a partir de ello, y sus «propias ondas», empezaron a armar fonéticamente la que sería su primer éxito. En clave de rock-punk con algo de surf, Kurasaibo llevaría a Los Liquits al techo musical con el que les conocimos a quienes aún, nos da nostalgia escucharles.
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