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Por Asfaltos.
Pues no es algo nuevo, han caído unos diluvios de proporciones apocalípticas en la ciudad de México. Si ya de por sí vivir en la ciudad de México parece una prueba de supervivencia cotidiana, las lluvias se han sumado a una ecuación que por más sorpendente que parezca, termina siendo todavía más caótica de lo que ya era. A pesar de eso, Mexico City, we love you!
El día de hoy me toca presentarles una canción incluida en uno de mis discos recientes favoritos. Hablo de Los Negretes, uno de los proyectos más interesantes de la escena independiente mexicana. Su primer EP llamado Los últimos 10 minutos de María Duval nos presentó en su momento un sonido crudo, con voces despreocupadas que nos dio muestras de lo mejor del garage rock; ese que es sucio, ese que es tan primitivo y salvaje.
Tomando el nombre prestado al libro de poemas Mexico City Blues de Jack Kerouac, el primer LP de Los Negretes les llevaría por paisajes más psicodélicos, con una mayor amplitud sonora, pero siempre con ese sonido a calle, a punk, a noise, a ruido, a desmadre.
Canciones como Ella (sin duda mi favorita) y Putaciudad nos dan muestras de ese sonido más primitivo y salvaje -cercano al punk- de Los Negretes; mientras que tracks como Canción lenta, Liliana de madrugada y Rock casino nos dan señales de un trabajo más cercano a la psicodelia y el rock. Una maravilla de álbum.
En fin, yo les dejo con la genial Mexico City Blues II, canción que nos regala un paisaje de esta ciudad que por momentos nos enloquece, a tal punto de provocar en músicos como Los Negretes viajesotes musicales como la canción de este Martes asfaltoso. ¡Buen martes, banda!
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