#Ambulante: «El Paso», estrujante historia desde el exilio

Por Asfaltos.

Escribo esta reseña minutos después de haber visto el documental «El Paso» del siempre diestro Everardo González. «El Paso» cuenta la historia de dos periodistas de Ciudad Juárez que huyeron de México para refugiarse en El Paso, Estados Unidos, víctimas de amenazas que pusieron en peligro sus vidas y las de sus familias. «El Paso» es un estrujante retrato del limbo en el que caen quienes sin otra opción buscan refugio.

Everardo Gonzáles es definitivamente uno de los documentalistas mexicanos más importantes en los últimos años. Su trabajo con «Los ladrones viejos» y «Cuates de Australia» dan fe de su pericia en el género documental. Su habilidad para contar historias no se pone en duda, y con «El Paso» lo vuelve a hacer. La historia, presentada a partir de los dos personajes principales, Alejandro Hernández Pacheco y Ricardo Chávez Aldana, resulta además un muy doloroso retrato de uno de los tantos Méxicos que vivimos hoy.

Por un lado tenemos a Ricardo, quien tras seguir la pista del narcotráfico local, es amenazado después de que asesinos fulminaran a dos de sus sobrinos a sangre fría. Sin garantías de que le dejaran en paz, amenazados su familia y él, Ricardo huye de México. Por el otro lado tenemos a Alejandro, quien cumpliendo su labor como camarógrafo termina siendo secuestrado, y posteriormente -en una afortunada secuencia de hechos- puesto en libertad. Su situación pareciera afortunada, hasta que el propio gobierno de México le arriesga; por lo que en una decisión por la cual fue señalado, decide huir a Estados Unidos también junto con toda su familia.

Las historias no son sencillas, por lo que Everardo González recurre a una tercer historia con Carlos Spector, abogado que se especializa en casos de asilo político. Y es que una vez que se logra huir a los Estados Unidos, se ha de pasar por «la migra» y la justicia estadounidense que fría e insensible puede dilatar casos dejando en un limbo migratorio a quienes fueron forzados de huir de su país. La búsqueda de trabajo, la lejanía de casa, la adaptación a otra sociedad y el cómo cada miembro de la familia lidia con su nuevo estilo de vida, son algunos de los elementos que se van descubriendo en «El Paso».

Con destreza y sutileza, Everardo logra capturar un par de historias que estremecen. Las historias humanas, que se siguen replicando en otros estados del país, provocan una inminente reflexión sobre el estado de las cosas. El conocimiento de los casos de Ricardo y Alejandro a través de «El Paso» es loable, y definitivamente necesario. A lo largo de la aproximadamente hora y cuarto que dura la producción, el espectador no estará mas que a merced de la propia historia.

«El Paso» es un gran documental que debe verse. Los temas que se ponen sobre la mesa no deben escapar a la opinión pública, aún cuando existen otros cientos que tampoco debieran de archivarse. El trabajo de Everardo, además de bien filmado, resulta tremendamente valioso por lo que aporta. Los testimonios de Ricardo y Alejandro deberían de hacer eco.

«El Paso» de Everardo González pueden verlo hoy en la última fecha de Ambulante en Ciudad de México, a las 17:10 horas en Cinépolis Oasis Coyoacán.

Para más información consulta el sitio oficial de Ambulante Gira de Documentales.

Con imágenes oficiales cortesía de Ambulante.