Por Diana Johaly Hernández López.
«Las elegidas», película mexicana dirigida por David Pablos, retrata una preocupante realidad en la cual se ve inmerso nuestro país; cuenta la historia de Sofía y Ulises dos jóvenes novios que empiezan a enamorarse el uno del otro, sin embargo no nos toma mucho tiempo descubrir que Ulises oculta un gran secreto pues en realidad su interés principal en Sofía era reclutarla para hacerla parte de una red de prostitución infantil de la cual su familia era parte.
Pese a que el joven se arrepiente, decide contarle a Sofía la verdad y elige no seguir adelante con su plan original pues se ha enamorado verdaderamente de la niña, pero ésto no evita que su familia lo persuada para privarla de su libertad aún bajo falsas promesas de ayudarla a ella y a su madre, quien es su única familia. Lo anterior provoca que la niña sea llevada a una casa de seguridad en la cual se mantienen cautivas a varias jóvenes obligándoles a prostituirse. A partir de este punto la historia se torna especialmente cruda pues relata la historia de las mujeres que han perdido todo en este lugar.
La película es capaz de contar de una manera muy inteligente la tragedia que viven a diario estas mujeres sometidas en un régimen machista que las somete ante la organización y la amenaza latente de ser víctimas de maltratos físicos si no cumplen con los requerimientos que se les piden.
Pablos se vale de múltiples secuencias visuales en las cuales es posible apreciar el sufrimiento de la protagonista que al final es una niña que es despojada de su inocencia por los traumas que vive en la casa. No obstante se encuentra con un hombre, que también ha perdido a su hija ante esta red de delincuencia, que está dispuesto a ayudarla mientras paralelamente Ulises, en un ejercicio desesperado por remediar su error, está intentando comprar la libertad de la joven a cambio de “conseguir a otra” que ocupe su lugar. Esta situación es en particular un escenario preocupante pues cuenta las artimañas que los encargados de este tipo de redes de prostitución utilizan para desarmar y finalmente convencer a menores para insertarlas en este mundo, lo cual resulta en una verdadera llamada de atención por parte de Pablos.
La película se convierte pues en una denuncia de la sociedad que nos acoge, un incentivo a proteger y desarrollar sólidos valores familiares que impidan a las jóvenes confiar en este tipo de personas y alejarse de los peligros que una vida esclavizada por una red como ésta puede significar.
«Las elegidas» cumple al final con contar una historia con la cual es fácil relacionarse, pues como hemos mencionado es una realidad que únicamente nos deja con el mandato de fomentar el empoderamiento femenino sobre todo en nuestra sociedad mexicana; crear un ambiente en el cual las mujeres puedan ser verdaderamente dueñas no sólo de su cuerpo sino de su destino.
La película de Pablos llega a salas en nuestro país mañana 22 de abril, y cobijada por una serie de éxitos en diversos festivales internacionales se convierte en una opción interesante que promete al espectador un abrir de ojos ante una situación que pocos se atreven a contar.
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