‘Me está gustando’, versión Griss Romero ft. Cuitla Vega

Por Asfaltos.

He de confesarles que no soy un seguidor de la llamada música grupera, porque vamos, hay cosas que a uno por más que le guste la música y sea su chamba, pues a veces no le da y ni modo. Probablemente, y más en el denominado género norteño, lo más cercano a mis oídos son Los Tigres del Norte, que ahí sí pa’ que vean son de mi gusto y agrado, pero también para ser justos no es algo que traiga en mi teléfono para escuchar a diario. En fin, la versión que les comparto hoy es precisamente del mundo de la música grupera, pero con un matiz peculiar e interesante que me hace replantearme mi opinión sobre el género.

Su nombre es Gris Adriana Romero Leyva y nació hace 24 años en Jiménez, Chihuahua. Músico por afición, diseñadora gráfica por titulación, Griss Romero es una joven con un gran talento para cantar, así como para manipular la guitarra y componer. A ella llegué a través de una versión que le realizó a «Estás que te pelas» de Carla Morrison, canción a partir de la cual, y como sucede siempre cuando uno se encuentra algo en YouTube, llegué por curiosidad al video que les comparto hoy.

Original de Banda Los Recoditos, Griss Romero se saca un 10 con su versión muy particular de «Me está gustando», misma para la cual acudió a la colaboración de otro músico que también a través de YouTube se ha hecho de un espacio; me refiero a Cuitla Vega. Para la versión de Griss y Cuitla, «Me está gustando» «ora sí» que me empezó a gustar por dar cuenta de las cualidades de una canción a la que, para ser sinceros, no le habría puesto la atención en su versión original. Los arreglos acústicos de ambos músicos, pero sobre todo la voz de Griss -sin menospreciar a Cuitla-, le dotan a «Me está gustando» un sentimiento tremendo que cala, y cala hondo.

¿Les gustó? Griss Romero, de quien pronto compartiré una canción original que acaba de estrenar, se presentará en Ciudad de México el 30 de julio en Seven Sins (Independencia 84, Independencia, 03630, Ciudad de México). Habrá que darse una vuelta para disfrutarla en vivo, y sobre todo deleitarnos con su melódica y dulce voz que provoca eso que ella tanto odia… llorar.