«Un filósofo en la arena»: un necesario ejercicio de apertura

Por Asfaltos.

«Aquí no se habla de fútbol, de política o de religión», esa es una frase que hemos escuchado tantas veces, que sería imposible de contarlas. ¿Es verdad? ¿Por qué se afirma lo anterior? ¿Porque no interesa discutir de esos temas? ¿O porque simplemente «nos calentamos»…? En México en general no sabemos discutir, lo tomamos todo personal, y ahora en los tiempos de la corrección política y los ánimos caldeados, parece preferible guardarse cualquier tipo de comentario para no provocar literalmente una batalla; más, si el tema propuesto resulta polémico… En este marco llega un documental que estoy seguro incomodará: «Un filósofo en la arena».

La película, codirigida por Aarón Fernández y Jesús Muñoz, nos presenta a Francis Wolff, un filósofo francés que se ha destacado por su obra sobre filosofía antigua y la esencia de lo humano; pero también, por ser reconocido por una de sus grandes pasiones: las corridas de toros. Gran aficionado, autor de «Filosofía de las corridas de toros», Wolff es el protagonista de un documental que va más allá de la simple exposición de un tema que en últimas fechas ha resultado complejo. La propuesta de «Un filósofo en la arena» es más ambiciosa.

En los primeros minutos del documental, Francis Wolff nos habla sobre lo que es para él la filosofía. Un constante cuestionamiento, una constante reflexión para todo tipo de ideologías, es básicamente lo que Wolff nos plantea de manera muy simple y llana para irnos abriendo en efecto la mente a lo que estaremos por observar. ¿Qué no se habla de tauromaquia porque es polémico? Al contrario, en «Un filósofo en la arena» de eso se habla precisamente porque lo es; porque la intensión del trabajo es en efecto abrirnos la mente.

Con exposiciones principalmente inclinadas hacia la defensa de una tradición que es embestida duramente, es cierto que para quienes no comulgamos con la tauromaquia resulta un tanto complicado escuchar los distintos argumentos a su favor; pero reitero, ese es el principal valor del documental. La defensa de la tauromaquia como un arte, como una tradición, como una forma de mantener y perpetuar una raza e inclusive como una forma muy sólida de vida, están presentes; así, como también -y como ejemplo de los elementos que me llamaron la atención- el siempre amenazante capitalismo y su apetito cultural.

En «Un filósofo en la arena» no estamos frente a un documental que pretende exponer argumentos a favor o en contra de la tauromaquia -así mismo lo pide el protagonista de éste, Francis Wolff-; estamos mas bien frente a un ejercicio de reflexión en el que como espectadores se nos pide apertura: la mayor y más sincera apertura para poder reflexionar nosotros mismos sobre qué tan dispuestos estamos a escuchar a los otros. Con una narrativa fluida, y sobre todo una coherencia en cada una de las ideas presentadas, los realizadores van cumpliendo con el objetivo a medida que nos vamos convirtiendo en testigos de su trabajo.

Un aspecto que me agradó mucho del documental, es la predominancia de las ideas filosóficas expresadas por Wolff. La filosofía, como una herramienta para entender el mundo, es el eje rector de un trabajo que nos mantiene al filo de la butaca precisamente por los cuestionamientos que nos va provocando a lo largo de su duración. Resulta tan refrescante este abordaje, sobre todo con lo que llamo una «filosofía a nivel de piso», que a uno le quedan las ganas enormes de poder seguir disfrutando de este ejercicio en otro tipo de temas, y cuestionamientos. Al final, y como reitero no es la intensión; en «Un filósofo en la arena» no se trata de convencer a uno u otro de los posicionamientos sobre la tauromaquia.

«Un filósofo en la arena» es una cinta que resulta incómoda y por eso hay que verla. Incomoda porque nos saca de nuestro sitio de confort para escuchar a los demás, sobre todo si los demás no piensan como nosotros. Si uno está a favor o no de la tauromaquia, «Un filósofo en la arena» resulta un trabajo fundamental. Al final, el ejercicio de apertura es uno muy necesario, sobre todo en los tiempos en los que vivimos, en los ya mencionados tiempos de la corrección política y los ánimos caldeados…

 

«Un filósofo en la arena» estrena mañana viernes 1 de febrero en cines nacionales. ¿Imperdible? Definitivamente.