«Cómo entrenar a tu dragón 3»: amor en el más amplio sentido de la palabra

Por Asfaltos.

En los tiempos donde los niños de hoy parecen condenados a los refritos de los refritos, una saga que comenzó en 2010 dio esperanzas de un futuro más luminoso en lo que respecta a oferta de cine infantil. Basada en la serie de libros homónimos de Cressida Cowell, estrenó en 2010 la primera película de «Cómo entrenar a tu dragón». La saga en su versión audiovisual ha significado ya una serie animada y una trilogía fílmica completa.

Como líder de ese mundo que ha combinado a los vikingos con los dragones, el todavía joven Hipo parece que vive un sueño hecho realidad, hasta que la realidad es precisamente la que le cae encima. Defensor de esa utopía de convivencia armoniosa entre especies, difícil de lograr sobre todo por ese gen de maldad de muchos seres humanos, Hipo se ve confrontado con replantear no solo su realidad, sino también la de vikingos y dragones por igual.

Acompañado de su fiel amigo dragón Chimuelo, Hipo es puesto a prueba como líder frente a un enemigo peligroso, un viejo cazador de dragones. Pero además, ciego por su amor incondicional por los dragones y su compañero, Hipo tendrá que aprender también a enfrentarse a sí mismo: Chimuelo encontrará un nuevo interés, uno natural y que le significará un crecimiento personal, y que sin querer se volverá una prueba más con la cual Hipo tendrá que aprender a vivir.

Con una animación que sorprende por su aumento de calidad, con escenarios increíbles que abren la mente de chicos y grandes, «Cómo entrenar a tu dragón 3» aterriza como la muy emocionante tercera pieza de una saga hecha para una nueva generación que la ha abrazado con mucha fuerza y cariño.

Sí, una historia de amor ante todo, porque si bien el principal es entre los dos personajes principales que lo forjaron frente a la adversidad, en esta nueva aventura Hipo y Chimuelo son puestos frente a literalmente sus medias naranjas; Chimuelo impulsado por la pasión, Hipo con el temor de hacerse responsable -entre otras cosas- de lo que siente.

Si bien el mito de los dragones ha sido ampliamente extendido en distintos medios, siento que para los más chicos la saga «Cómo entrenar a tu dragón» cumple perfectamente con la misión de introducirlos a una nueva generación. Y además, y lo reitero porque es uno de mis puntos favoritos de las películas, éstas llenan un hueco que muchas otras productoras de cine (te hablo a tí, Miguelito) han abandonado en favor de una «mayor seguridad» económica.

Si la saga de «Cómo entrenar a tu dragón» terminara con esta película, no habría ninguna queja al respecto. La cinta consigue cerrar los arcos narrativos que abrió desde la primera, y cumple -entre otras cosas- con llenar esos vacíos que la imaginación y fantasía usaría para explicarnos… Vamos, no estropearé nada, pero con lo explicado en la cinta bien podríamos afirmar que esta historia sucedió hace mucho tiempo en un lugar nada, nada lejano.

 

«Cómo entrenar a tu dragón 3» es en definitiva una cinta que hay que ver. Inclusive, si no se han visto las dos películas anteriores, funciona, divierte y conmueve. ¿Sin saber qué hacer con los niños este primer puente de 2019? ¡No lo duden y acudan a ver «Cómo entrenar a tu dragón 3» a partir de mañana viernes 1 de febrero! Ya me dirán qué les pareció.

Con imágenes cortesía de Universal Pictures México.