Próxima estación: Miguel Ángel de Quevedo

Por Enrique Figueroa Anaya.

Es una de las avenidas más recorridas, y sin embargo, pocos sabemos quién fue el ingeniero Miguel Ángel de Quevedo. Nacido el 27 de septiembre de 1862 en Guadalajara, Jalisco, Miguel Ángel fue un férreo defensor de los bosques mexicanos, preocupado por la deforestación; se le conoció como «El apóstol del árbol».

Influenciado por los paisajes franceses en su época de estudiante, Miguel Ángel de Quevedo comenzó a adquirir una admiración por los bosques y las montañas. Con estudios en agricultura hidrálucia, entre otros, se graduó como ingeniero civil en 1887 con especialización en ingeniería hidráulica. Así, tras un paso en el que fue influenciado por profesores como Alfredo Durand-Claye, Quevedo regresó a la ciudad de México.

En México participó en proyectos que iban desde desagües hasta consultoría de líneas ferroviarias; fue precisamente en la supervisión de las líneas, cuando fue testigo de inundaciones que le hicieron comprender la importancia de los bosques para el bienestar público.

A partir de entonces el papel de Quevedo para la defensa de los bosques, fue tal, que pidió siempre leyes enérgicas para la conservación de éstos. Como parte del gobierno del presidente Porfirio Díaz, Quevedo pidió, entre otras cosas: proteger los bosques de gran valor biológico en tierras nacionales, expropiar terrenos que pudieran ser reforestados y regular el corte de árboles en terrenos privados.

Algunos de sus logros son el que se declarara Primer Parque Nacional de la Ciudad de México al bosque del Desierto de los Leones (1917), la creación de la Sociedad Forestal Mexicana (1922) y haber encabezado el Comité Mexicano para la protección de las aves silvestres (1930).

La muerte le llegaría a Miguel Ángel de Quevedo en julio de 1946. Hoy su nombre ha quedado inmortalizado en una avenida y una estación del Metro; pero su legado y lucha, debería marcarnos de por vida.

Fuente: Aguilar Zínzer, Luz Emilia. Miguel Ángel de Quevedo. Documento sin publicar. México, 18 de enero de 2012.