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Por Asfaltos.
Es la historia de un hombre, común y corriente, al que un día le fue revelado su destino. Su misión era morir por los pecados de todos. ¿Por qué hacerlo? ¿Por qué sacrificarse por gente que no conocía, y que en cierto modo, le había dado la espalda? Lo hacía porque tenía fe, porque en sus ojos había esperanza y porque al final esa era su decisión.
Más allá de los vicios de la Iglesia Católica (que tiene muchos), la historia -ficción o realidad- de ese hombre que se sacrificó está llena de amor y esperanza; esa que subyace con luz propia, y que lejos de ser creyente o no, otorga cierta sensación de que alguien, que conozcamos o no, estará ahí para brindarnos su mano por el simple hecho de que esa es su decisión. Y los hay, hay quienes darían la vida por uno, hay quienes desinteresadamente en algún rincón del planeta, lejos de alguna creencia u obligación, ofrecen su vida porque también guardan esperanza de que el mundo no es tan malo.
Yo les dejo, en pleno Viernes Santo, una hermosa versión de una de mis piezas favoritas de U2. En Wake up dead man, alguien que es dejado atrás por la muerte de un ser querido, le habla lleno de dolor a ese Alguien para pedirle que despierte a un hombre muerto. Es una canción de esperanza, que en la interpretación del coro Scala & Kolacny Brothers -ese que nos hizo estremecer con su versión de Creep en el trailer de The Social Network-, estremece y desnuda el alma de pies a cabeza…
¿A poco no? ¡Buen viernes, banda!
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