Si bien -en teoría- hoy todos los mortales regresamos a actividades laborales, sé bien que algunos afortunados lo harán hasta el día 7 de enero o de plano hasta la próxima semana; por ello, y si alguno de ustedes anda de vacaciones (o es de) en Guadalajara, Jalisco, acá una recomendación que de verdad recomiendo para los próximos días.
A una media hora aproximadamente de la ciudad de Guadalajara, se encuentra la Laguna de Cajititlán, aquella que formó parte alguna vez del gran lago del estado de Jalisco. Cajititlán, que debe su nombre a la raíz náhuatl «caxitl» que significa recipiente, platón o jícara, es un poblado conocido por su famosa celebración del día de los Santos Reyes cada 6 de enero.
Así es, además de que en México es tradición que cada 6 de enero «lleguen los Reyes Magos» a entregar obsequios a quienes como niños se hayan portado bien (ojo, que a los que se portaron mal puro carbón), en un sitio llamado Cajititlán la figura de los Reyes Magos, o mejor dicho Santos Reyes, va más allá de los «terrenales» obsequios.
Originada como una fiesta prehispánica que servía para celebrar la cosecha del maíz y la abundancia de alimentos cortesía de sus dioses, los indígenas sembraron la primera semilla de una festividad que con el paso del tiempo -y como consecuencia de la conquista espiritual venida desde España- se transformaría en las fiestas patronales de los Santos Reyes.
Las fiestas empiezan a finales de diciembre, tiempo en el que varios peregrinos de Jalisco y estados colindantes viajan a Cajititlán para formar parte de la celebración. De acuerdo a algunas estimaciones se calcula que cerca de un millón de personas visitan la localidad durante los nueve días que duran las fiestas.
En los días previos al gran evento, se realizan diversas actividades relacionadas con el tradicional Nacimiento navideño en el que se presentan representantes de cada una de las figuras que acompañaron de acuerdo a la tradición a los Santos Reyes al pesebre de Belén.
El gran evento, el paseo de los Santos Reyes, se realiza el 7 de enero. Las tres figuras, que ilustran esta nota, se pasean por las principales calles del pueblo hasta llegar a la calle Ejido, donde se embarcan junto a una comitiva que les lleva por las aguas de San Juan Evangelista, San Lucas, Cuyutlán y Cuexcomatitlán; para llegar finalmente a la Plaza del Pescador, donde una vez llegando regresarán a su Santuario.
A lo largo del recorrido, que se calcula en unas cinco horas de duración, los peregrinos se forman para recibir la bendición de las figuras. Y al lado de los feligreses que esperan pacientes en largas filas, algunos creyentes caminan descalzos por las calles del pueblo como una forma de agradecimiento por milagros previamente concedidos.
Escoltando a las figuras se encuentran una banda de guerra, máscaras tradicionales, danzantes enmascarados y los estandartes de los Santos Reyes.
Por ello, si andan en Guadalajara, o cerca, no pierdan la oportunidad de darse una vuelta y vivir a los Reyes Magos como nunca antes los habían vivido. Si no andan cerca, vayan agendándolo para finales de 2016; les aseguro es toda una experiencia.
Foto: JosEnrique.
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