‘La leyenda del Santuario’, lindo ejercicio nostálgico

Por Asfaltos.

Hace unos días alguien me preguntó si había visto la película «Los Caballeros del Zodiaco: La leyenda del Santuario» (2014). La pregunta, válida para alguien que como muchos creció con «Los Cabelleros del Zodiaco» en los años más fuertes de su presencia (por ahí de mediados, casi finales, de los noventa), me dejó un tanto pensativo: no, no la había visto y sí me daba mucha curiosidad. En fin, apenas este fin de semana pude ver la cinta y he de admitirles que me divertí como enano.

«Los Caballeros del Zodiaco: La leyenda del Santuario» fue una cinta que desde su inicio arrancó comentarios encontrados. Por una parte, quienes estaban en contra argüían que el hecho de resumir en tan solo 95 minutos una historia que todos los seguidores de la saga habíamos seguido en 73 episodios de aproximadamente 20 minutos, era ya una barbaridad; mientras que del otro lado, de quienes la recibían con gusto, el simple regreso de una de las historias que mayor impacto tuvieron en la infancia y pubertad de muchos de nosotros era ya una alegría que celebrar.

La película, en la que los efectos logrados ahora con la animación a computadora lucen increíbles, me resultó tremendamente entretenida. Porque además de que la historia ya me era familiar, para su versión en español latino se recurrió al doblaje de quienes habían dado vida en su momento a los personajes con los que muchos crecimos. Así volvimos a escuchar a Seiya (Jesús Barrero), Ikki (Marcos Patiño), Shiryū (Ricardo Mendoza), Hyoga (René García), Shun (José Gilberto Vilchis) y  Athena / Saori (María Fernanda Morales), entre otros.

Mis únicos «peros», sin embargo, van enfocados a la tremenda rapidez con la que en efecto se van narrando los hechos de la famosa saga de las 12 casas «El Santuario», transcurriendo velozmente y dejando a un lado aspectos profundos del anime tradicional. Eso sí, concedo la idea de juntar toda esa historia en una sola cinta; por lo que creo además que el ensamblaje fue el correcto, metiendo por lo menos algunos momentos que si bien lucen un tanto forzados, para quienes seguimos la serie quedan como guiños perfectos.

Probablemente, y como sucedió con quien me acompañó en el visionado de la cinta, la historia queda un poco forzada para quienes son ajenos a la serie por el poco tiempo que se tiene para su desarrollo; pero vale, la idea creo que se medio entiende en cualquier caso.

Por cierto, la versión de la cinta que vi, y una de las dos razones por las que la recuerdo en esta columna semanal, es resultado del trabajo de edición de Darío Galarza, quien incluyó la música del anime original compuesta por el compositor japonés Seiji Yokoyama. ¡Qué barbaridad! No vi la versión original de esta cinta, ¡pero haberla visto con la música de Seiji Yokoyama fue un lujazo tremendo que añadido a las voces originales, no pudo mas que explotar en lo que para mí fue un lindo ejercicio nostálgico!

La segunda razón para compartirles esta experiencia, y queriendo rendirle un homenaje aún con su muerte tan cercana, es precisamente el fallecimiento hace dos meses del actor de doblaje mexicano Jesús Barrero; sí, la voz de Seiya, caballero de Pegaso en «Los Caballeros del Zodiaco», se extinguó a los 57 años de edad la mañana del miércoles 17 de febrero de 2016. Con su muerte Barrero dejó un legado de legendarios pesonajes del anime como Rick Hunter (Robotech), Koji Kabuto (Mazinger Z), Yamcha y Puar (Dragon Ball), así como otros no menos memorables como Luke Skywalker en la versión en español latino de la saga Star Wars, la galleta de jengibre de «Shrek», Rex de «Toy Story» y muchos, muchos más.

Por esta última razón el trabajo de Darío Galarza cobra mayor relevancia. En una cinta donde una vez más Seiya se convierte en el protagonista de una historia donde la nobleza y la amistad brillan con luz (o «cosmos») propio, resulta increíble regocijarse con el trabajo del doblaje original dirigido por Mario Castañeda, y la música original y que reconocemos todos obra de Seiji Yokoyama.

Con este recuerdo, les invito a que le den click al compilado de clips que completan la película «Los Caballeros del Zodiaco: La leyenda del Santuario» en su versión editada subida vía YouTube. Les invito a sumergirse en un auténtico baño de nostalgia que hará muy seguramente las delicias de quienes soñamos en su momento que éramos eso: un caballero del zodiaco más.

RUGIDO DE LA SEMANA: El fin de semana, para ser precisos el sábado pasado, me lancé a ver a Coldplay al Foro Sol. ¡Increíble show! Más allá de lo musical, que es una cuestión de gustos (a mí me gusta), los ingleses se rifaron con un buen espectáculo que incluyó brazaletes luminosos, fuegos artificiales, estrellas de papel voladoras y mucho color. El único «pero» que le pongo al show es la presencia de los chicos fresa que nada más van a los conciertos a empedarse y distraer a quienes verdaderamente queremos disfrutar de la música. Quizá la elección correcta hubiera sido comprar de los boletos más baratos para irme con los fanáticos que con trabajo lograron introducirse al recinto para pasar una noche soñada; o de plano colarme hasta el frente donde también esos fanáticos hicieron presencia. No, no voy a ser injusto, no se trataba de la entera mayoría en la zona «General A» donde me coloqué, pero sí eran bastantes y muy molestos. La edad que le dicen; añadido a que mi paciencia es cada vez menor.

Asfaltos. Sobrevivo en una ciudad junto a millones de personas. ¿Mexiqueño? Me enamoro rápido y olvido difícilmente. Amo la música, el cine, los cómics, las mujeres y -últimamente gracias a los servicios de streaming– las series también. Vivo la vida a través de letras y melodías. Músico frustrado. Me pueden encontrar escuchando U2, Radiohead y Coldplay; así como Grand Funk Railroad, Styx y Eric Burdon; Chetes, Jumbo y Siddhartha; y hasta Jesse & Joy, Silverio y Aleks Syntek. Batman y Star Wars mis pasiones; también el Cruz Azul, pero ya saben… subcampeonísimo. Sobreviviente y náufrago; ermitaño que odia la soledad.