Por Asfaltos.
La semana pasada, en una nota que generó polémica, se dio a conocer que el timonel del USS Enterprise en la próxima película de la serie Star Trek, Hikaru Sulu, sería presentado como formalmente gay. La decisión era tomada como un homenaje al actor de la serie original y las primeras películas de Star Trek, George Takei, quien es un reconocido activista a favor de la comunidad LGBTTTIQ, a la cual pertenece.
Un guiño tomado en conjunto por el escritor Simon Pegg y el director Justin Lin, de la próxima película «Star Trek Beyond», haría que Hikaru Sulu fuera formalmente el primer miembro de la tribulación de la comunidad LGBTTTIQ, que se esperaba fuera visto con gusto por quienes son activistas de la misma. Si bien puede ser que la decisión fuera tomada desde antes, la noticia hizo también mucho eco a raíz de los recientes espantosos asesinatos ocurridos en Orlando, Florida.
John Cho, actor que actualmente interpreta a Sulu en las nuevas Star Trek, reveló que la orientación sexual de su personaje sería revelada con indiferencia, y de ninguna manera como un factor de relevancia en la historia. «Me gustó el enfoque, que era no hacerlo la gran cosa», compartió Cho al diario asurtaliano Herald Sun, «y que es donde espero que vayamos todos como especie, a no politizar las orientaciones personales».
Sin embargo, en un giro que evidentemente no esperaban los que tomaron la decisión, el propio George Takei alzó la voz para mostrar su disgusto por la decisión.
«Estoy encantado de que haya un personaje gay», compartió Takei a la prestigiada revsta de cine The Hollywood Reporter, «pero por desgracia se trata de una vuelta a la creación de Gene Roddenberry (creador de Star Trek), a la que él le puso tanto empeño. Creo que es realmente lamentable», concluyó.
¡¿Cómo, por qué?! Para muchos los comentarios de George Takei eran absolutamente incomprensibles, pues además de ser un homenaje para su propia figura, significaba sin duda un gran paso para la comunidad LGBTTTIQ, para la cual contar con un representante en una franquicia como la de Star Trek no es de ninguna manera poca cosa. Pero a ver, vayamos un poco más a fondo con lo comentado por «el Sulu original».
No, George Takei no está en contra de la presencia de un personaje homosexual en las película; lo que sí no le parece es que ese personaje sea el suyo, Hikaru Sulu. De hecho, en la misma The Hollywood Reporter, se comparte que fue el propio Takei quien trató de convencer a los nuevos responsables de Star Trek, de que lo mejor era crear un nuevo personaje que fuera homosexual, y no tanto cambiar a los que ya se han establecido por tantos años en el imaginario de los millones de seguidores de la serie.
Además, en el que es el marco del 50 aniversario de Star Trek, lo ideal habría sido no trastocar la visión original del creador, para el que Sulu siempre fue un personaje heterosexual, inclusive si no se tocó de manera directa en la serie de televisión ni en las películas con un interés amoroso.
Fue también Takei quien reveló que él mismo en los años de la serie de televisión, abordó a Roddenberry con la idea de introducir la lucha de la comunidad LGBTTTIQ; que si bien también era apoyada por el propio creador, no quiso forzar su mención debido a las otras temáticas complejas que sí incluyó en su trabajo, como lo fueron las alegorías a los movimientos por los derechos civiles, así como a las protestas por la guerra de Vietnam,
Pero… ¿y por qué tanto «escándalo» de Takei? Si no quedaba clara la orientación sexual de su personaje Sulu, y el propio creador simpatizaba en cierto punto con la comunidad LGBTTTIQ, ¿por qué rechazar este sentido homenaje hacia su persona? Lo dicho, porque esa no era «la visión» de su creador.
Es decir, lo que revela Takei sin querer, es su visión de que en la actualidad, donde por las ganas inmensas de quererse adaptar a los tiempos y ser políticamente correctos, la decisión de cambiar a los personajes previamente ya establecidos resulta un error. Personalmente, ahora sí de mi cosecha, refleja también cierta comodidad y camino fácil de los nuevos responsables de historias clásicas, quienes muestran una vez más la falta de imaginación o nulas ganas de riesgo de quienes deberían ser responsables también de la creación de nuevas historias y nuevos personajes.
Ahí están, por ejemplo, los ecos de quienes piden un James Bond de piel oscura e inclusive mujer, situación que no se justifica por el hecho de que su creador estableció un personaje con las características que le conocemos; aunque se entiende también que se pide de manera ruidosa por la intención de abrir espacio a las comunidades afroamericanas y de mujeres, para quienes sería un auténtico logro verse reflejados en personajes con tanto poder mediático como un James Bond.
Ojo, sé que me estoy metiendo en camisa de once varas, pero como el propio George Takei defendió, de ninguna manera estoy en contra de que se abran nuevos espacios para las minorías, o el género femenino. Es más, si en la próxima «Ghostbusters» las nuevas integrantes se presentan como -parecen ser- herederas de los cuatro miembros originales que conocimos, y no simplemente como sus reemplazos sin mencionarlos, me parecería bienvenidísima la decisión porque se estarían presentando nuevos personajes que tomarían la estafeta, y no modificando a los originales. ¿Me explico?
Lo mismo sucede con las versiones femeninas que hemos estado viendo de los nuevos héroes de Marvel, donde ya nos encontramos con una Thor mujer y una Spider-Gwen (chica también), quienes no resultan modificaciones de los personajes originales, sino herederas de éstos.
Todo lo anterior es bienvenido, ¿pero no sería ideal que en todo caso se nos presentaran también nuevos personajes verdaderamente sólidos, con estas características? Un caso, por ejemplo, es el de Rey en «Star Wars: The Force Awakens», donde se nos introduce un personaje femenino con la fuerza de las mujeres de siempre, pero con guiños al nuevo papel femenino de hoy. Otros personaje ahora sí completamentes nuevo, son Katniss Everdeen de «The Hunger Games» o Mérida de «Brave». ¿Por qué no, entonces, crear un agente secreto, un superhéroe o inclusive un nuevo capitán del USS Enterprise homosexual, en lugar del cómodo camino de trastocar a los ya existentes y previamente establecidos?
Lo que el comentario de George Takei refleja ante todo, es que a los creativos del cine lo que les hace falta, entre otras cosas, son las ideas frescas y las ganas de arriesgarse. Claro que es válido replantearse a los personajes ya existentes, claro que las versiones de éstos irán modificándose con el paso de los años, y que también es parte de que éstos sean adoptados por la cultura pop que tan exitosos les ha vuelto, pero insisto, ¿no sería mejor enamorarnos de nuevos personajes sólidos con las características de los tiempos que vivimos hoy? Es pregunta.
RUGIDO DE LA SEMANA: Me lancé recientemente a dos obras de teatro. Todo bien, me encanta el teatro, pero… para serles francos no me encanta la idea de que se haga subir a miembros del público para, de alguna u otra manera, ridiculizarlos frente a los demás. Es probable que la intención de los escritores de ambas puestas en escena a las que acudí no sea esa, pero al final ese es parte del resultado. Todo más o menos bien si se le preguntara al espectador si quiere o no subir, pero este no es el caso, ya que de alguna manera pidiéndoselos al pobre o a la pobre en cuestión, éstos no tienen mayor remedio que aceptar. Entiendo absolutamente que una parte importante del teatro es involucrar a los espectadores, pero para algunos, como su servidor, el subirse al escenario es exponerse a varias cosas que uno simplemente no tenía pensado al momento de sí, pagar por pasar un buen rato. Debería de tomarse en cuenta este tipo de comentarios, porque de lo contrario a quienes les parece un poco incómoda la situación, lo que están haciendo es ahuyentarlo de futuras experiencias teatrales… Ojo.
Asfaltos. Sobrevivo en una ciudad junto a millones de personas. ¿Mexiqueño? Me enamoro rápido y olvido difícilmente. Amo la música, el cine, los cómics, las mujeres y -últimamente gracias a los servicios de streaming– las series también. Vivo la vida a través de letras y melodías. Músico frustrado. Me pueden encontrar escuchando U2, Radiohead y Coldplay; así como Grand Funk Railroad, Styx y Eric Burdon; Chetes, Jumbo y Siddhartha; y hasta Jesse & Joy, Silverio y Aleks Syntek. Batman y Star Wars mis pasiones; también el Cruz Azul, pero ya saben… subcampeonísimo. Sobreviviente y náufrago; ermitaño que odia la soledad.
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