Por Amaury Berdejo.
Desde la publicación de su primer disco, Reyno fue construyendo una sólida base de fans que en un primer momento los conocieron por abrir los conciertos de Zoé y también algunas fechas de León Larregui.
Con su debut «Viaje por lo eterno», nos recordaron el poder de las melodías acompañadas por guitarras eléctricas en medio de una escena musical dominada por los sintetizadores y los ritmos bailables. Con letras inclinadas hacia el existencialismo, la introspección y la precepción del amor, nos entregaron piezas de muy buena manufactura musical como «Dos mundos», «Amarrado”»o la ya muy querida «Nunca me dejes».
Conectando con sus fans desde las primeras líneas de cada canción, Christian Jean (voz, guitarra) y Pablo Cantú (batería, coros) se encargan de apostar por un sonido rock pop del que se valen para crear un lazo entre el público que gusta de la formación clásica de una banda.
Es interesante ver el crecimiento de este proyecto que ha sabido adaptarse a los medios digitales como uno de los principales escaparates para su arte, obteniendo patrocinios y difundiendo su música a través de plataformas de streaming y redes sociales.
Después del éxito de su primera entrega, volvieron en 2015 con su material «Dualidad», que los encaminó a perfilarse como una banda lista para festivales y una gira propia por el interior de la república mexicana.
Este viaje culminará el 20 de diciembre en su natal Ciudad de México, en Auditorio BlackBerry.
Así pues, tenemos una cita con Reyno a finales de año para cerrar con broche de oro su paso por más de 45 escenarios de México, así como corear y disfrutar del show de estos músicos que con base en trabajo y amor por su proyecto, han dado pasos firmes hacia el lugar que merecen en el mundo de la música mexicana.
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