Por Amaury Berdejo.
Establecer una conexión honesta con alguien es complicado hoy en día, el mundo está muy conectado en ciertos sentidos y a la vez desconectado en lo más relevante. Las pasiones y los sueños se vuelven entonces una de las formas más honestas en que podemos expresarnos y con algo de suerte, conoceremos a quien comparta uno de esos anhelos de manera tan fuerte que haremos una historia mágica a su lado.
«La La Land: Una historia de amor» es la historia de dos jóvenes que persiguen un sueño, Mia (Emma Stone) es una aspirante a actriz que asiste a varias audiciones sin éxito, Sebastian (Ryan Gosling) es un talentoso pianista obsesionado con el jazz clásico que observa cómo su música favorita poco a poco es olvidada por las nuevas generaciones.
En medio de esta mezcla de emociones es que los protagonistas de «La La Land: Una historia de amor» cruzan sus caminos, percibiendo uno en el otro la chispa de la música y la actuación, dando inicio a un romance lleno del encanto que el escenario genera de manera natural en las personas.
Ambos personajes descubren las dos caras de la moneda al involucrarse en el mundo del espectáculo; Sebastian comienza a ascender en su carrera musical a costa de hacer a un lado su más pura pasión, el jazz tradicional, convirtiéndose en un músico famoso que toca temas más pegajosos. Por su parte, Mia se convence de que si nadie la va a elegir en alguna de las audiciones, ella escribirá su propio guión, donde pueda actuar y ser la protagonista de una historia hecha a su medida.
La ambientación y vestuario de la película son un puente entre la ciudad de Los Ángeles en la actualidad y la década de los 50, donde los musicales eran el espectáculo por excelencia y los actores combinaban habilidades de canto y baile para sus presentaciones en vivo.
El regreso a la estética de esos musicales por parte de la película supone una conexión romántica entre los sueños realizados durante una época dorada en que se tocaba jazz en los clubes y las chicas se convertían en estrellas de cine, y cómo esa búsqueda por realizar los sueños es vigente y válida en la generación actual.
Si eres melómano de corazón o alguna vez tuviste el sueño de convertir un escenario en tu modo de vida, «La La Land: Una historia de amor» es perfecta para que te emociones y vuelvas a sentir que la música y la persona correcta pueden hacer que las cosas sucedan.
Hoy viernes 20 de enero «La La Land: Una historia de amor» se preestrena en algunas salas de México, perfilándose para ser uno de los relatos musicales más importantes del año, y que la respuesta del público sea tan favorable como lo ha sido la crítica internacional. El estreno general ahora sí en todos los cines del país es el 3 de febrero.
Con imágenes cortesía de Corazón Films.
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