Por Asfaltos.
Hace unos días me lancé a la hermana república de Xochimilco, al sur, sur de la capital mexicana. Aquella tierra de flores, chinampas y hartísima gente, me llevó a recordar una de esas bandas que sin mucho ruido, con ayuda de una rola pegadora, marcaron por un momento a quienes nos permitimos escucharles en la radio de hace… vaya, 10 años mis estimados, hace 10 años.
Se trata de Botica Xochimilco, un grupo de surf urbanón que en el ya lejano 2007 nos regalaba canciones a través de su primer EP, el «Primer EP-isodio» que incluía 4 rolas y un bonus track (¡ay wey!). Entre las rolas se encontraban «Trips n’ chips», «El chavo del hacha», «Jazz tate» y sí, «Palmeras de mota». Es precisamente con «Palmeras de mota» con la que evoco a los Botica Xochimilco.
Sin muchas pretenciones (esas que ahora sobran en la escena musical nacional), los Botica Xochimilca apostaron por echar desmadre sonoro que se tradujo en melodías. Así sucede con «Palmeras de mota», cuyo segundo título «Chacas» le viene de su letra, ya que en la rolita nos cuenta la historia del «Chacas», quien era un «marihuano hasta los dientes». La cosa es que con el «Chacas» uno tenía diversión asegurada, tal y como nos lo cantaban los Botica Xochimilca.
Los Botica Xochimilco siguen activos en redes sociales. Valdría la pena que les siguieran en Twitter y Facebook sobre todo donde publican más seguido, ya que de acuerdo a lo que ellos mismos han dicho, a raíz de los 10 años del «Primer EP-isodio» se vendrán sorpresas de la banda. Esperemos, de entrada, que sean toquines y música nueva.
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