#GIFF2018: «Blindspotting», o cómo sobrevivir siendo minoría

Por Valeria Ramos y Daniel Cano.

No es un gran secreto que son tiempos complicados para ser una minoría en Estados Unidos. El ambiente se ha vuelto cada vez más difícil en los últimos años y la industria cinematográfica ha respondido a ello con la creciente realización de proyectos que buscan reflejar la situación actual y abrir los ojos de aquellos que prefieren no ver.

Este es el caso de «Blindspotting», protagonizada y escrita por Daveed Diggs («Hamilton») y Rafael Casal; una cinta que junta el drama y la comedia de manera excepcional para contarnos la historia de los dos protagonistas, quienes como mejores amigos comienzan a separarse cuando las peligrosas tendencias de Miles (un hombre blanco) ponen en peligro la posibilidad de que Collin (un hombre de color) termine sus últimos días de libertad condicional.

Tras presenciar un acto de brutalidad policial que deja muerto a otro de sus mejores amigos, Collin notará las diferencias que tiene con Miles. Poco a poco empezará a resentir la falta de empatía que éste siente hacia la situación (y hacia él en general). A lo largo de la cinta y a través de flashbacks se nos revelarán las razones por las que Miles no es la mejor influencia para Collin, a pesar de que él también tiene graves problemas, como la gentrificación del vecindario en el que ha vivido desde pequeño.

 

«Blindspotting» lidia con temas de violencia, racismo y gentrificación, pero se toma sus momentos para descansar y recordarnos que, a pesar de lo malo, sigue habiendo cosas buenas, sacándonos más de una (muy necesaria) carcajada en el proceso.

La cinta busca que su audiencia examine los privilegios que nos otorga el color de piel o el estado socio económico, invitándonos a pensar dos veces antes de ver a una víctima de la violencia y pensar que se lo merecía, independientemente del país en el que ocurra.