La ciudad tiene muchos rincones que nos hacen escapar de la monotonía del caos; uno de esos lugares es la calle de Francisco Sosa. Uno de los primeros caminos que conducían al barrio de Coyoacán sigue cumpliendo con su misión en pleno siglo XXI. La calle, homenaje al historiador y periodista Francisco Sosa, es una de pocas calles fuera del centro histórico que vale la pena recorrer a pie.
Algunos de los sitios que nos encontraremos en nuestro recorrido serán la capilla de San Antonio de Panzacola y la iglesia de Santa Catarina. Los dos edificios son los templos católicos más importantes de la zona; en el primero (que data aproximadamente del siglo XVII) se localiza un puente por donde pasaba el entonces conocido Río Magdalena. Del segundo, hoy muy solicitado para las bodas, hay que destacar que en su momento fue una capilla de indios que servía como centro de evangelización para los primeros franciscanos (también en el siglo XVII). Por cierto, es en en la plaza de Santa Catarina donde nos encontramos también con la Casa de Cultura Jesús Reyes Heroles, donde se ofrecen talleres artísticos con una diversidad importante.
Otro de los espacios a visitar, y quizá uno de mis consentidos, es la alguna vez denominada Casa de Alvarado, hoy mejor conocida como la Fonoteca Nacional. La preciosa casa del siglo XVIII sobresale de entre sus edificios vecinos, destacando sobre todo, su fachada de ajaraca con toques moriscos. En el interior del lugar se resguarda un tesoro sonoro que se va enriqueciendo y que además, convoca a la reflexión sobre eso… el sonido. Por si fuera poco, el sitio también fue casa en los últimos días de su vida, del escritor y Nobel de Literatura mexicano, Octavio Paz.
Es así que Francisco Sosa es una calle obligada, en la que además te encontrarás con restaurantes y alguna que otra sorpresa. Un sitio en el que si bien también transitan los numerosos coches que llegan al centro de Coyoacán, no deja de evocarnos un poco a ese México de ayer. Y si no me creen, pruébenlo ustedes; ya nos lo contarán.
Foto portada: David Cabrera.
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