¿Una mujer rota o una mujer destrozada?

Por Elizabeth Aguilar Quintana.

Las lágrimas de la mujer hablan silenciosamente.[1]

Mujeres; que lloran, que sufren, que callan, que mueren. La Violencia contra la Mujer es expresada de varias formas; la física, con golpes que van de aventones, o leves cachetadas hasta graves golpizas que llegan a poner en riesgo la vida; la violencia sexual cuando la pareja o conyugue obliga a la mujer a tener  relaciones sin consentimiento; la emocional que es de tipo psicológico, va desde insultos, humillaciones, menosprecio hasta agresiones más severas; y la económica en la que se manipula la necesidad de manutención del hogar y de los hijos como forma de control.

¿Una mujer rota o una mujer destrozada?

¿Pero, que es lo que las orilla a soportar tanto? Simone de Beauvoir, en su libro, “La Mujer Rota”, nos hace ver cómo la violencia se hace presente en la vida de tres mujeres víctimas de la violencia, pero unas víctimas que no siempre están conscientes del maltrato, que lo excusan y lo cubren con mentiras.

En la mayoría de los casos, las mujeres presentan el innato optimismo de que las cosas mejoraran, o al menos podrán sobrellevar esta situación con relativa calma. Es cuando no encontramos claramente la salida, cuando comenzamos a utilizar el recurso de “la ilusión de indulto”( Viktor Frankl) pensando que de algún modo mágico, totalmente retirado de la realidad, mejorará nuestra situación y pasará de ser un trago amargo a algo que posiblemente hubiéramos imaginado, esto podría ser un alivio momentáneo que cuando vuelves a tu situación real, lejos de ayudarte podría hacer que el golpe sea más duro.

Se vive de mentiras que solo empeoran las cosas, pero, ¿cuál es la reacción correcta ante las situaciones adversas, cómo se supone que debes actuar? ¿Quién decide tu o el destino? No es fácil tomar las riendas de tu vida y mucho menos tomar la responsabilidad de tus decisiones, pero tampoco es lo mejor dejar  que el destino tome las decisiones por ti, resulta difícil elegir de manera correcta. La violencia en la familia no desaparece de un día a otro y las marcas que deja son permanentes.

En México 7 de cada 10 mujeres sufren violencia. Cada 15 minutos una mujer es agredida. Los tipos de violencia más comunes son: emocional, con 34.8% de incidencia; económica, con un 29.3%; física, con un 9.3%, y sexual, con un 7.8%.

Para enfrentar la violencia las mujeres no están solas, existen organizaciones como Fundación Orígen, una asociación que cuenta con proyectos que apoyan la formación y desarrollo de las mujeres como la línea Pro Ayuda a la Mujer[2], en la que brindan soporte permanente y de manera personal a mujeres en situaciones de crisis a través de una línea de ayuda 01 800, además de ofrecer asesoría gratuita psicológica, médica y legal. Cuenta con otros servicios como talleres de oficio, ofrece a la mujer oportunidades de desarrollo intelectual y acercamiento a su sociedad.

La violencia alcanza el nivel que tu quieres, en tus manos esta tomar el control y decir ,¡basta, ni un golpe más! La información y la educación es poder, te da las herramientas para transformar tu situación y mejorar tu vida. Vale la pena recordar que, el valiente vive hasta que el cobarde quiere.